Capítulo XLIII
El final. Parte VI
- Les acabo de decir, que no deben de tener miedo, que no deben de dudar de ustedes mismos, y antes de que hayan empezado su empresa ya poseen dudas acerca de aquello que deben realizar. Ustedes son hombres que se quedaron cuando los demás se fueron, si alguien es merecedora de este elogio es la Reina, ella fue una de las pocas personas que como ustedes quería quedarse, pero ella carece de habilidad en combate, además debe de dirigir todo un Reino durante mucho tiempo, y para ello no necesita que concentrarse en ello, su pueblo la necesita más ahora que nunca, debido a que el pueblo debe de ser destruido y construido de las cenizas para que como el ave Fénix. Pero eso es otra historia y que es parte de su visión, ahora amigos míos, deben de traerme a la reina, para que conozca este lugar, este será el mismísimo santuario natural, donde sin importar el corazón
Capítulo XLIIIEl final. Parte VIICorrieron lo más rápido que pudieron en dirección al castillo donde se encontraba la Reina, allí la había llevado Norton después de haberla noqueado unos momentos antes, por esa razón al parecer estaba muy molesta, desde donde estaban los caballeros podían escuchar la senda tanda de improperios con los cuales hacia estremecer el castillo con su voz, era notable que su ira era realmente grande, ya que debido a que fue llevada sin su consentimiento fuera de la batalla, estaba realmente molesta, su aura podía sentirse en todo el castillo, por lo que los demás estaban seguros de que no podrían hacerla retroceder de aquello que quería.Los caballeros, al sentir la ira de la reina, se apuraron aún más, no sabían cómo ella iba a tomar el hecho de que el joven mago hubiera muerto, por tal motivo era muy importante hacer lo necesario para salir de esta misión lo más rápido posible, ambos caballeros la consideraban una de las misión más
Capítulo XLIIIEl final. Parte VIII- Señor, tengo un mensaje del mago para su majestad, debe de ser entregado de inmediato a la Reina, no podemos tardar mucho tiempo señor, y ella debe de ir con nosotros a ver al joven mago. -Respondió rápidamente Sir Cagnoad.- Su majestad, ya no me debe de llamar más señor, ahora para usted debo de ser Su majestad, o mi Rey, tenga eso en claro caballero, y ahora, yo iré con el caballero, soy el Rey y tengo pleno derecho de hacerlo.- Su majestad, - corrigió Sir Cagnoad con un disgusto notable en su voz - tengo un mensaje urgente para la Reina, por lo tanto debo de dárselo, y necesitamos que ella nos acompañe a verlo, o lo que queda de él, pero es necesario que sea la Reina quien vaya, esa fue la orden explicita que nos dieron.- Pues no me importa.- Respondió Norton en un tono muy elevado, y desafiante, ahora no ten&
Capítulo XLIIIEl final. Parte IXAl llegar a frente a los guerreros empezó un nuevo debate, que con ingenio deberían de ganar.- ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué han venido acá sin el Rey Norton?- Hemos Venido a buscar a la Reina, ella debe de estar presente cuando el joven mago le de las indicaciones que debe de seguir, así que por favor déjenos pasar.- habló el primero de los caballeros, pero los guerreros no estaban convencidos con la explicación.- Miren, no tenemos nada contra ustedes pero el Rey Norton no es el mismo hombre de antes, no sé si se ha dejado cegar por el poder o algo por el estilo, pero la realidad es implacable, desde que regreso de ese viaje se ha vuelto un hombre sin mucho precedentes y con unas muy pocas ganas de hablar, por lo que siempre se termina haciendo lo que él está pidiendo y con la menor demora posible, ahora
Capítulo XLIIIEl final. Parte X- Por todos los dioses, entonces el joven mago ha dado su eternidad, para que todos podamos vivir sin peligro. Eso sí que es un acto de bondad, un acto noble, ahora toca asumir una postura distinta, el mago fue un aliado incalculable para todos nosotros, solo tenerlo cerca denotaba paz, al saber que no está con nosotros, debemos de reforzar las fronteras, reforzar las leyes, y hacer lo necesario para que la paz este con nuestro pueblo. - Dijo el Virrey mientras seguía con los caballeros a sus espaldas mientras caminaban en dirección al salón de los tronos donde se encontraba desde hace un buen tiempo la reina que estaba molesta porque no se le había permitido haber luchado en la batalla junto al joven mago, por esa razón ella había estado sumamente molesta, pero ya las cosas se estaban calmando por lo que era realmente bueno poder ir a hablar con ella para saber qué o
Capítulo XLIIIEl final. Parte XI- Su majestad.- Dijo Sir Cagnoad mientras caminaba para colocarse frente a frente con la Reina -. El Rey Norton fue llevado delante del joven mago porque interrumpió nuestra tarea de llevarla a usted frente a él, pero ha sido entretenido por el joven mago.- Eso me alegra, quiero que el mago lo retenga el tiempo suficiente para darle una paliza, me ha atado a este lugar, con estas cadenas mágicas, no sé cómo lo ha hecho, pero al parecer sabe algunos trucos, o tiene a alguien que los sabe, el solo entró con las cadenas, y ellas enseguida me ataron firmemente al Trono, mi padre lo ha convertido en Visir por un tiempo prudencial para que pudiera ayudarme, pero parece que lo ha convencido de un cargo más alto o más poderoso. No sé qué sucedió luego porque me dio algo en una comida que me trajo para que me quedará dormida, solo comí un p
Capítulo XLIIIEl final. Parte XIISir Cagnoad tomó su espada con todo su poder, mientras que el caballero que estaba con él hizo lo mismo, ambos alzaron sus espadas con el poder de cientos de hombres y bajaron sus espadas al unísono, ambas chocaron con las cadenas al mismo tiempo, y solo al final hubo un gran brillo por parte de la cadena, hasta que finalmente se rompió del todo, mientras que las muñecas de la Reina quedaron sangrantes por el impacto de ambas espadas y el peso de la cadena.- Estamos mucho mejor así.- Dijo la Reina.- ¡Oh! Su majestad perdone pero creo que le hemos roto las muñecas. - Dijo uno de los caballeros.- En este momento eso no tiene importancia alguna, debemos de realizar las cosas lo pronto posible, no podemos seguir hablando acá mientras que mi Reino se cae en pedazos, por culpa de unos seres verdes mal olientes. Rápido, vamos a ver al joven ma
Capítulo XLIIIEl final. Parte XIII- Nos advirtieron antes, para de no tomarlo tan fácil, hubiera sido muy extraño y aburrido, además de muy deshonroso para ellos, son seres que nunca han llevado una lucha de manera injusta, siempre que han luchado, aunque sus objetivos no sean justos o que su forma de lucha sea algo injusta en términos de combate, siempre tratan de aquellos contra quienes van a luchar sepan que son ellos quienes están atacando, mientras que los gorcos son distintos, a ellos no les importan las circunstancias que se estén viviendo, o quienes sean contra quienes están luchando, son criaturas despiadadas, que tienen como fin solo luchar para causar dolor y sufrimiento, hace muchos años todos vivían en armonía pero todo cambio cuando uno de los doce Reinos decidió atacar, más esa historia no la sé y ni si quiera sé si es cierta. - Dijo Sir Cagno
Capítulo XLIIIEl final. Parte XIVCaminaron en dirección a dónde empezaba el pasillo, caminaron muy rápidamente pero sin correr por una razón bastante extraña, sentían la necesidad de salir corriendo, pero raramente tenían también la sensación de ir con calma, al empezar a caminar por el pasillo, los gritos de la batalla se fueron haciendo más pequeños a medida de que avanzaban y una extraña tranquilidad se apoderaba de ellos, al salir la segunda vez, los caballeros habían dejado las puertas abiertas, y el aire que emergía de la gran habitación era tan tranquilizador que se habían olvidado de todo aquello que sucedía en el exterior, de la batalla, de aquello que aquejaban en su corazón y de todo aquello que era necesario olvidarse o mantener tranquilo para poder estar en contacto con uno mismo, ellos estuvieron caminando durante al