>— Espero que te guste — ella puso el plato delante de Andrés y lo besó en la mejilla de nuevo — me esforcé mucho en prepararlo.— Quiero hablar contigo, por favor toma asiento — Andrés miró a Sarah y ella se sentó — mañana voy a ir por mis hijos a la escuela, ellos han comenzado a asistir al colegio Coast Hedge y probablemente venga tarde.— ¿Puedo ir con ustedes? Me gustaría estar más cerca de los niños, sé que son importantes para ti y por lo tanto lo son para mí. — No, Madison me está pidiendo que los niños no tengan contacto contigo y pienso respetar la condición que me impone, no puedo perder a mis hijos por una tontería.— ¿Es en serio, Andrés? Me quieres desechar solo porque Madison te lo está pidien
— Y bien — Madison se sentó en la silla — ¿Qué es lo que tanto te urge hablar conmigo?— Es acerca de nosotros.— ¿Nosotros? ¿De qué estás hablando?— Madison, aún te sigo queriendo y créeme cuando te digo que me encantaría que me dieras otra oportunidad. Sé bien que cometí errores en el pasado pero quiero enmendarlos, contigo a mi lado.— ¿Es una broma? Porque si es así te digo que es de muy mal gusto, en caso de que no lo sea te voy a pedir que vayas al psiquiatra ya que en definitiva has perdido la cabeza por completo.— No es una broma y tampoco estoy loco.— Si lo estás, si crees que con decir unas cuantas palabras bonitas vendrás ante mí y me vas a endulzar el oído en definitiva estás demente. ¿Crees que lo que pasé en tus manos fue fácil? Juraste tantas cosas que fueron palabras vacías, no Andrés, ya no soy aquella chiquilla ingenua que podías envolver con facilidad.— No me daré por vencido, ya di el primer paso y he terminado con Sarah. — ¿En serio? — Madison se sorprendió —
Preston en el camino miró que alguien los venía siguiendo, revisó en la guantera si llevaba su arma pero no la traía ya que era la camioneta de Madison y no la suya.— Niños — él miró por el espejo retrovisor — quiero que ajusten sus cinturones y traten de mantenerse tranquilos, nos están siguiendo.Los gemelos lejos de asustarse se comportaron muy tranquilos, Preston aceleró y mientras trataba de perder el carro decidió llamar a la policía.— Buenos días, hay alguien que me viene siguiendo, traigo dos menores de edad conmigo y son hijos de Madison Benett y Andrés King. Supongo que esos nombres le suenan.— Así es, me puede decir qué color es el vehículo que lo sigue.— Es un carro negro, no trae placas y ya comprobé que me está siguiendo. Necesito ayuda así que le pido que mande varias patrullas a la brevedad.Varias camionetas salieron de la nada y se pusieron delante de Preston, él al ver la clase de hombres que se habían bajado se quedó helado ya que tenían armas del más alto cali
Andrés movió la cabeza varias veces en negación de lo que Madison había dicho.— Lo sabía, no me ibas a creer porque piensas que Sarah es una santa que suda agua bendita. Mejor vete Andrés, aquí no pintas nada.— Pero son mis hijos, los tres.— Puede ser que Nick sea tu hijo, eso no lo voy a negar, pero Aria y Arián son solo míos. Tú no los conoces como los conozco yo, nunca estuviste a su lado y no, no fue mi culpa sino tuya y de tus malas decisiones. Mucho tiempo pensé que si era la culpable, sin embargo no era así, lo que hice fue huir del hombre que un día me juró amor eterno y protegerme.Un policía entró a la habitación y saludó respetuosamente a los King.— Venía a darles informes del hombre que el joven amo King capturó, lamento decirles que él no quiere hablar. Lo que procede es llevarlo a la prisión y esperar su juicio.— No, usted no lo va a llevar a ningún lado — Madison caminó en dirección al oficial — quiero hablar con él.— Señora King, espero que comprenda que eso no e
Kathleen sonrió amablemente e hizo una reverencia ante los niños King, Madison y Nick.— Kathleen — Madison la abrazó — qué gusto me da verte después de todo este tiempo, hay muchas cosas que hablar. Él es mi hijo, Arián y ella es Aria.— Es un gusto volver a estar a su lado salvaguardando su seguridad.— Arián — Andrés se acercó con una foto — mira, estos somos nosotros el día que fuimos al museo, quise sacar la foto para que la tuvieras, yo tengo una copia.— No quiero nada de usted — él arrojó la retratera que se rompió en mil pedazos — ha sido malo con mamá, ya no deseo verlo, es un hombre malo.— Arián — su hermana lo miró casi llorando — ¿Por qué le dices eso a papá? Pensé que las cosas estaban bien.— Yo también pensé lo mismo pero es porque él no había mostrado sus verdaderos colores, ese mal hombre quiere apartarnos de mamá.— Papito — Aria lloró — ¿Por qué quieres hacer eso? Yo no quiero alejarme de mamita, si tú haces eso me voy a poner triste. — Yo…— ¡No! No quiero saber
La sonrisa de Andrés estuvo cargada de dolor y de rabia, él miró a Madison fríamente mientras sus manos estaban vueltas puños. — Pero eso no te detuvo de besarte con ese tipo, supongo que no me has dado el divorcio porque aún necesitas dinero y estás jugando a hacerte la digna únicamente. Claro, así fue como te conocí después de todo, tu padre te vendió a mí porque estaban casi en la calle; ahora tienes a este pelafustan solo para quitarte las ganas, eso es lo que las mujeres como tú buscan en la vida, dinero y sexo. — ¡Te voy a tirar todos los dientes que tienes! — Preston amenazó pero fue detenido por Kathleen — ¡Suéltame! Tu jefe necesita unas lecciones para respetar a las mujeres. — Es suficiente Preston, no toques a Andrés y calmate en este momento. Es una orden. — Vaya, así que tu amante es un títere en tus manos. Eres increíble Madison, te lanzas baños de pureza y condenas a Sarah diciendo que ella dió la orden para que atacaran a los niños pero bien que tú te vas a besuque
Andrés después de darle a la señora una fuerte cantidad de dinero se quedó en la oficina, él miraba el collar que se encontraba en la mesa y poco a poco esos recuerdos que ni siquiera sabía que tenía fueron llegando a su mente poco a poco. > Sarah entró en ese momento, sus ojos se clavaron en el collar y brillaron aún más que el mismo diamante en forma de corazón. — ¿Acaso lo has comprado para mí? — ella tomó la caja rápidamente — es hermoso Andy, no te hubieras molestado. — Eso no es para ti — él lo arrebató de sus manos — te pido que no toques esta prenda ya que no es tuya. Andrés cerró la caja fuerte una vez que el collar estaba dentro, él al ver que Sarah estaba llorando suspiró pesadamente. — No puedes vivir llorando Sarah, las cosas no se resuelven de esta forma. Yo también tengo muchos problemas y n
— ¿Me permites? — él tuvo la intención de ponérselo pero su mano fue empujada.— Ni loca voy a usar ese collar que estuvo en el cuello de tu amante — ella lo tomó y se lo tiró a Sarah en la cara — ahí tiene, quédatelo; al final te fascina comerte mis sobras.— Pero Madi, ese collar lo compré y sabes muy bien el significado.— Y ambos sabemos muy bien que eso no pasó de ser una simple leyenda. Después de eso creo que recuerdas lo que me hiciste pasar y también todas las cosas que me dijiste ahora, las palabras se las lleva el viento Andrés King y tú no eres la excepción.Andrés al ver que Madison no le interesaba hablar con él fue que decidió sentarse al lado de Sarah, ella veía el collar y le fue arrebatado con brusquedad de las manos.— Esto no es para ti, aunque Madison lo rechacé. Ya veré que hacer con él.— Nadie lo va a querer comprar — Madison lo miró burlona — van a decir que el collar está maldito ya que la leyenda con que lo vendían no se cumplió y solo trajo desgracia a una