A pesar de todos los problemas que los rodean Alexander y Evangeline hacen todo lo posible por tener unos días normales encerrados en aquella casa de seguridad, han cocinado juntos, han bailado al ritmo de la música mientras bebían vino y sobre todo han recordado los viejos tiempos en donde nada de esto ocurría, en donde podían tener una cita normal, aunque para Alex nunca estuvo fácil.

—¿Como fue ocultarme todo esto por tantos meses? —pregunto Eva mientras estaban abrazados sobre el sofa.

—Fue difícil cada día, sobre todo cuando hablabas del desprecio por la mafia y yo sabía que era uno de ellos, la culpa me golpeaba pero no tenía el valor para contarte, nunca tuve el coraje suficiente, cuando pienso en la forma en que te enteraste pienso que fue lo mejor de lo contrarío quizás jamás te hubiera dicho.

—¿Porque?

—Porque sabía que me odiarías y desde que nos conocimos no hago otra cosa más que vivir por ti, trate Eva, con todas mis fuerza no llamarte, no verte pero siempre volvía a ti