Pagar con sangre
Rubén
Miraba la pantalla de mi móvil y me debatía en si debía marcar o no su número nuevamente. La primera vez no había contestado, pero sabía que la mucha insistencia daba sus frutos y podía pasarme todo el día llamándola, aunque tenía un presentimiento extraño, que se confirmó cuando marque su número una vez más y la contestadora dijo que aquel número no existía.
— ¿Qué demonios está pasando? —dije mirando la pantalla de mi teléfono y Jotrov entro en aquel momento al despacho con algo en la mano.
—No debería, pero de todas formas ibas a enterarte —me entrego el ejemplar de The Russian Intertational, era la revista más comprada en toda Rusia por su amplio contenido y chismes de gente famosa.
— &iques
La jugadaRubénSu aroma natural estaba a punto de enloquecerme, pero no quería perder los estribos, quería hacerla disfrutar, que confiara plenamente en mí y que se entregar al placer que le daban mis labios. Pase mi lengua por su clítoris y luego hice pequeños círculos con ella sobre el mismo, Genave se retorcía de placer, mientras sus dedos se enredaban en mi cabello, provocando que una sonrisa socarrona apareciera en mis labios.Introduje suavemente un dedo en su cavidad, con cuidado de no lastimarla y la escuche retener la respiración, deje una pequeña mordida sobre uno de sus labios y esta soltó un ligero grito que hizo que mi cabeza diera vueltas. La punta de mi pene se encontraba mojada y moría p
Sobre mi cadáverRubénHabía tratado de mantener a Genave ocupada todo el día, su móvil había sonado unas cuantas veces, pero me encargue de mandar al buzón de voz aquellas llamadas, se acercaba una tormenta, una de la cual necesitaba mantenerla alejada, aunque sabía que Noah no se quedaría quieto, que trataría de involucrarla y ni hablemos de los que estarán realmente afectados cuando explote la bomba, las cosas estarían realmente turbias y no quería hacer que ella se preocupara.—Gracias—dijo mientras se acomodaba junto a mí en el sofá, la estreche en mis brazos y deje un beso sobre su frente. Yo era el que debía estar agradecido con ella, porque había comenzado a entender el verdadero valor de tener a alguien junto a ti y agradecía que fuese ella.Encendió el televisor
Volviéndome locaGenaveEscuche unos pasos acercarse y una sombra bajo la puerta, contuve la respiración. El sudor bañaba mi frente y podía sentir el temblor incesante de mis manos ¿en qué demonios se había convertido mi vida? Era una pregunta que daba vueltas y vueltas en mi cabeza, pero al final no tenía una respuesta para ella, solo sabía que debía confiar en el hombre que estaba allá afuera, porque ya no había forma de regresar el tiempo y lo quería. Quería que Rubén fuese solo para mí, aunque aquello me arrastrara al mismísimo infierno.Un disparo lleno aquel silencio y luego escuche los pasos alejarse, el sonido de vidrios rotos y luego un incesante murmullo procedente del pasillo, sabía que se trataba de los vecinos y me sentía completamente perturbada, porque sabía que uno de ellos
Inocencia y virginidadRubénLa deposite delicadamente sobre la cama y rápidamente deslice mis manos por debajo de su blusa, provocando que cerrara los ojos ante mi roce y yo ya me encontraba duro como una piedra con solo mirar sus pezones endurecidos. Quería borrar esta noche de su mente y el hecho de que mi vida y la suya eran demasiados distintas, Genave y yo encajábamos a la perfección, una muestra de eso era como nuestros cuerpos reaccionaba al encontrarse.—Quiero que te dejes llevar —dije sobre sus labios, mientras le quitaba aquellos pantalones cortos que la cubrían.No tenía ropa interior y aquello encendió más la llama que comenzaba a crecer dentro de mí, había sido atrevido y excitante, sabía que estaba lista para recibirme, pero primero deseaba jugar un poco con su cuerpo. Le había pedido a Jotrov que
Sucia jugadaRubénAl despertar aquella mañana y darme cuenta que no había nadie junto a mí, mis alarmas se dispararon. Un extraño malestar me abrazo el pecho, pero trate de mantener la calma, Genave pude haber ido a cualquier lugar dentro del hotel y además no podía haber salido por la puerta sin que mis hombres se dieran cuenta. Marque rápidamente el número de Jotrov y este tomo la llamada al primer timbrazo.—Está conmigo —se apresuró a decir aunque lo sentí algo extraño —Salió a encontrarse con alguien —No sé porque demonios había hecho una estupidez como esa, pero me escucharía desde que pusiera un pie en esta habitación.—Pásamela —dije y escuche a Jotrov decirle que era yo.—Se niega hablar con usted &m
Preocuparme por nadaGenaveMiraba fijamente la mancha de sangre sentada sobre aquel suelo alfombrado. Debí haberlo sabido, tenía que haber seguido mi instinto y no dejarme seducir por las bajas pasiones, pero ya no había marcha atrás, me había entregado a él, solo para que al final se quitara la máscara que lo cubría y me mostrará su verdadera cara. Eso era lo que pasaba cuando una abogada hacia a un lado sus ideales por un hombre que no valía nada.Escuche pasos en el pequeño pasillo y luego el chico de mantenimiento apareció frente a mí. Su nombre era Devon y siempre iba de un lado a otro resolviendo los problemas del edificio, y lo primero que necesitaba que el hiciera era sacar aquella mancha de la alfombra, luego arreglar y cambiar las cerraduras de las puerta, hubiese sido un éxito que pudiera hacer ambas cosas al mismo tiem
Corazón encadenadoRubénTuve intenciones de ir hacia ella, pero Jotrov me retuvo en mi lugar. Sabía que solo buscaba evitar un desastre y que la ira que corría por mis venas no terminara en tragedia, tenía todas las intenciones de acabar con el chico que le tomaba de la mano, mis ojos solo proyectaban sangre y destrucción, pero el que ella estuviera aquí con otro hombre yo me lo había buscado, la había despreciado de la manera más vil y despiadada, ahora debía soportar como el macho que era las consecuencias de mis actos.—No quieras desafiar a Josephine—me había dicho Jotrov y me mostro como la muy maldita se acercaba hacia nosotros.Todas las miradas recayeron sobre ella y era que la muy desgraciada era hermosa en realidad. Con su pelo a la cintura y un cuerpo extraordinario había tenido a cientos de hombres a
No es quien dice serGenaveEl rostro de Alessio evidenciaba mi más grande temor. No quería que él y Gina estuviesen involucrados en este asunto, mucho menos que el mismo pudiese hacerles daño, así que me puse de pie con intención de ir hablar con aquel hombre, a pesar del ruido y de que esa mujer estuviese a su lado, pero mi cuñado me detuvo tomándome por el brazo.—No lo compliques más—dijo con firmeza—es mejor que nos marchemos—Gina miro a su esposo y ella sabía con certeza que algo malo pasaba y yo no pude sentirme más culpable en aquel momento.La presencia de Marco había complicado la situación, sabía que Alessio conocía sus negocios y que por la forma en la que se había presentado aquí esta noche no era solo para saludar o pasar el rato. Aquel hombre tenía una oscura