Finalmente

Me quedé clavada a la cama en el momento en que la pregunta salió de sus labios. Estaba de nuevo sobre mí como en mi sueño. Excepto que no era un sueño, era real. No me lo estaba imaginando.

"Lo... lo siento, no pensé que vendrías. Así que no aparecí a tiempo. Lo siento, Maestro." Supliqué.

Su rostro se suavizó un poco mientras tomaba mi forma suplicante, mis ojos suplicaban.

"No estaba bromeando cuando dije que ahora eras mía." Repitió.

Su rostro estaba tan cerca del mío que podía oler su poderosa presencia. Hizo más que excitarme.

Tuve que tartamudear: "No pensé que vendrías, así que no aparecí a tiempo. Lo siento, Maestro." Sonrió y sus manos se movieron mucho más suavemente. Una vez más estaba con su caja de herramientas característica, observé fascinada mientras sacaba las correas de cuero.

¿Son para mí? No me dio la oportunidad de hacerle preguntas mientras ataba mis tobillos con las ataduras.

Comenzó a besar mi cuerpo y a atarme a la cama en cuatro patas. Me estremecí cuando pa
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP