----PUNTO DE VISTA [Paula]----

No pude evitar no tener una tensión encontrada con Adriano, así que después desayunar, me metí a la habitación la excusa de irme al trabajo, demasiado temprano, ya que suelo entrar estos días un poco mas tarde.

— Señora Patricia, se queda en su casa —me despido, ella está viendo algo en la televisión— Debo irme a trabajar. Si gusta, al rato nos vemos en la clínica, para que visite a mi madre nuevamente.

— Si, está bien, hija. ¿Dónde trabajas? Le he preguntado a mi hijo, pero parece que está de muy mal humor hoy, eso sucede muy rara vez.

— Soy agente de la DEA. Podrá entender mi por qué lo soy después de contarle mi historia, odio y tengo mucho miedo a las personas que son o fueron como mi padre, realmente no creo que esas personas se curen, las drogas son muy difíciles de dejar una vez probadas, lo he comprobado en mi trabajo.

— Eres una mujer muy fuerte, Paula. Seguramente tu mamá está muy orgullosa de lo que has logrado, si yo lo estoy, no puedo im