Suena la alarma, seis de la mañana, la apago. Ya estoy vestido con ropa deportiva, me enoja pensar que no podré escuchar las noticias financieras, nacionales e internacionales. Hoy toca hit, me pongo a hacer la rutina, 100 burpees que hacen que toda mi ansiedad se vaya, los hago dos veces a la semana porque me hacen sentir bien, aunque mi entrenador me dice que es pésima idea que los haga todos, no me interesa, le pago para que me ponga rutinas de otro tipo.
Termino de hacerlos y doy por hecho de que estoy a tiempo, camino hacia el elevador del lobby y Carlo el chico de la entrada me saluda, volteo.
―¿Disculpa? ― Pregunto.
―Buenos días señor Valois.― Repite sonriente.
―Buenos días.― Mur
Me arrepiento de haber enviado ese mensaje, pero no porque no quiera contestarle, si no por el hecho de que no podré hacerlo. Así que vuelvo a meter el móvil dentro de la bolsa interior de mi saco y me pongo frente a la puerta junto con Vivianne. Se abre inmediatamente.―Welcome, Mr. Carter will be here in a minute.― Nos dice el mayordomo y ambos entramos al elegante piso.Vivianne entra primero y yo lo hago detrás un poco más ansioso de lo normal, no sé si por el mensaje o porque de pronto me empezará un ataque de pánico ya que son tan espontáneos que no sé cuando llegarán.Respiro profundo y trato de tranquilizarme. Pasamos a la sala donde nos instalamos en el sofá mientras
Bajo del avión con el móvil en la mano y subo a la camioneta, es noche, muy noche y me sorprende saber que número desconocido, ahora Isa, me conteste a estas horas ¿será una persona que sufre del mismo mal que yo?Vivianne bosteza y no está demás, fácil llevamos unas 12 horas despiertos o más, pero yo estoy acostumbrado, o más bien, he dormido dos veces en el avión. El auto arranca y vamos directo hacia mi edificio, voy observando del mensaje una y otra vez mientras repito "Isa" varias veces.―Mañana a primera hora le entrego el chip que pidió.― Me dice Vivianne.―Gracias. Hasta mañana. Le comunico.―Señor, mañan
Abro los ojos. La luz me indica que he dormido más de la cuenta. Me encuentro recostado sobre el suelo con el móvil al lado sintiendo toda la boca seca y la playera oliendo a sudor. Me levanto con cuidado y me percato que son las once de la mañana, no puedo creer que haya dormido tanto. Me estiro haciendo un pequeño ruido.―¿Quentin? ― Escucho una voz en mi móvil y al levantarlo me percato que la llamada sigue desde hace horas atrás.Lo tomo.―¿Diga?― Hablo inseguro.―Buenos días... ¿cómo te sientes? ― Pregunta Isa con un tono bastante tranquilo.―Extraño.― Confieso― ¿Es
―Listo señor Quentin, su envío va en camino.― Me dice Isa y yo sonrío.―¿Seguro que no es un problema?―No, todo estará bien... no es ningún problema, señor educación.Me río bajito, apenas se escucha, últimamente lo hago muy seguido―¿Entonces eres chef? ― Pregunto.―Algo así.―¿Algo así?―Sí, tengo una Dark Kitchen .― Me dice con tono de orgullo.―¿Dark kitchen? ¿A caso se te fue la luz? ― Bromeo y
Suena la alarma, la apago de inmediato, llevo despierto desde hace 10 minutos pero esta vez no fue por una pesadilla o por insomnio, si no que ayer después de terminar la comida caí rendido y dormí parte de la tarde y toda la noche, por lo que mi cuerpo se despertó diferente.Me pongo de pie, voy por la ropa de deporte, me visto y bajo al gym; hoy toca cardio. Me subo a la caminadora y pongo las noticias financieras, las internacionales e internacionales, aunque en mi mente sólo puedo pensar"Dance, dance, dance, Elita" cantada con su melodiosa voz y me pregunto si ella en este momento está cantándola en donde quiere que esté.―¿Es en serio Quentin? ― Me pregunto en voz alta mientras la melodía no me permite concentrarme.― Sólo es una voz al otro lado d
Entro a las siete de la noche a mi piso, y después de ver la correspondencia y los archivos por revisar, voy hacia mi habitación para ponerme ropa más cómoda y ahora ver el cuestionario que debo llenar para que Isa me envíe el menú.Abro el ordenador y en seguida abajo la liga donde me pide todos mis datos personales, dudo un poco ¿ella sabrá quién es Quentin Valois? ¿Qué tal si lo pongo y ella se entera de quién soy? ¿Cambiarán las cosas?Tomo el móvil y le llamo, ella después de unos tonos me contesta.―¿Si?―Buenas tardes.― Hablo educado.―¿En serio tienes dudas sobre un cuestionario tan sim
Desde el martes he desayunado como rey, como rey es poco, posiblemente como sultán. De pronto todo lo que no comí por años se ha acumulado en este semana y me hace sentir tan vivo que no sé como asimilarlo. Isa es excelente chef y tiene un sazón en la comida que me hace recordar a los mejores restaurantes en los que he comido, no sé si sea porque yo he llevado a mi cuerpo hasta el grado de la hambruna que siento que cada sabor, cada platillo y cada especia son definitivamente una delicia.Cuando llegó el primer menú por la mañana, lo abrí con tanta premura que ni siquiera me fijé en la nota que ella me enviaba, con una hermosa letra cursiva que decíabon appetit, gracias por ordenar enamistoso menú. Recuerdo que leí la nota una y otra vez con su voz repitiendo cada
Isabel tiene un hermoso cabello largo y ondulado, ojos miel y gracias al frío tiene levemente la nariz roja. Es un poco bajita, pero es normal, yo soy muy alto por lo que su cabeza me queda un poco a la altura del pecho, aunque justo hoy trae botas con tacón lo que le hace ver mas alta.Me quedo observándola por un minuto, mientras analizo su rostro, tan hermoso y expresivo que ahora sé que no podré borrar de mi mente y me acompañará por el resto del fin de semana y posiblemente más.―Eres tan diferente como te imaginaba.― Abre la conversación.―¿Diferente? ¿En qué manera?―Pues, siempre te imaginé menos...