Hola Cariño

Enseguida le damos la Bienvenida y un fuerte aplauso al señor, Harry Evans, un fuerte aplauso por favor.

Todas las jóvenes se acaban las manos en aplausos para ese presumido, que les hace una media sonrisa, se ve que le encanta ser el centro de atención en estas cosas, yo al verlo siento un malestar y decido contarle a Oscar quien es.

Oscar no puede creer que lo conozca, el sabe quién es, pues es muy conocido, yo como ni tiempo de ver la televisión tengo no lo había visto, pero al terminar de aplaudir, las jóvenes rechiflan y dicen lo guapo que es el joven, varias jóvenes que están tras de mi, hablan sobre que con el irían a donde fuera, si no fueran resvalosas, Oscar se ríe de mi, por que me molesto, que antipático es, mira le encanta que lo idolatren.

Todos los invitados dan un discurso, motivando a los jóvenes a seguir sus sueños y bla bla.

Yo pienso si supieran que muchos de nosotros tenemos que conseguir empleos para poder soñar, en cuanto terminan de hablar, uno de los maestros nos llama a varios estudiantes, yo quise negarme pero me vi obligada pues el maestro se molesta, y dice que me apresuró, se les hará entrega de un reconocimiento por el apoyo a nuestra institución, es un pequeño vidrio que tiene el nombre de cada uno de los invitados, y para mi mala, malisma suerte me toca entregar el de el más pesado, Harry Evans.

Para variar pensé.

-Te lo cambio, no quiero entregárselo, por favor Oscar.

-Jajaja sufre Darían, tendrás que lidiar con el, es tu destino amiga.

-Eres tan cruel, de verdad te haces llamar mi amigo.

-Claro, como tu amigo, te digo que no debes temer a ningun ricachón, debes entregárselo como si no lo conocieras, y ya.

Pienso en ser tranquila, entregáselo Darían, y agradecerle por su apoyo y retirarte, es lo mejor, voy a hacer como que no lo había visto en mi vida.

De pronto comienzan a pasar mis compañeros, y soy la última en pasar, llegó al señor Evans, y le tiendo su reconocimiento, se lo entregó y agradezco su apoyo.

-Señor Evans, gracias por su apoyo.

El me ve molesto, y yo pienso ahora que, cuando lo presentaron no pareció molestarle lo de señor Evans, por que a mi si me fulmina con la mirada.

Me doy la vuelta y me voy, sintiendo que me ve y al llegar a mi lugar estoy tan roja, que me siento un tomate, Oscar está muriendo de risa al ver mi rostro.

-Eres un maldito, no te burles de mi.

-Amiga, eres adorable.

-Y tu un mal amigo, ese hombre no me traga, creo que no le caigo bien.

-No te preocupes, el se irá y no volverás a verlo.

-Eso espero.

Termina la charla y nos retiramos, Oscar está decidido a hablarle a la Joven que le gusta, así que me termina dejado sola, me voy a mi siguiente clase, sólo faltan dos horas para terminar, Espero poder ver a Oscar a la salida, pero quiza este ocupado con la joven que pretende, pero bueno, al fin terminan las clases, hago los últimos apuntes, y voy a la biblioteca por un libro, después salgo para ver si veo a Oscar, pero no, no está, así que decido tomar un taxi, no veo ninguno, me toca esperar.

Un joven alto y rubio se acerca a mi, así que yo hago como que estoy ocupada en mi móvil, pero el se acerca y me habla.

-Hola pelirroja, como te llamas.

- no me gusta que me pongan sobreenombres.

-Bien te vi en clase con el maestro Rivera, eres muy bonita, tienes novio.

Valla que este joven va rápido, pero como yo no tengo tiempo de hablar con el, pues no tengo tiempo de andar de novia, decido caminar, pero el insistente me sigue, haciéndome preguntas, pero sigo ignorandolo, y al ver que no deja de insistir comienzo a ponerme roja de la cara.

HARRY

Hoy al despertar me avisaron que tenía un evento en la Universidad, tengo que hacer acto de presencia, pues mi compañía se encarga de apoyar a los jóvenes prometedores, pagamos por viajes, Becas completas,y equipo para la Universidad.

Al parecer nos darán un reconocimiento, o algo, no he sacado de mi cabeza a la muchacha grosera del restaurant, aún que fue un poco inocente quierer regalarme una tarta, pero sólo era a su conveniencia, pues no quería que la acusara por su trato.

Al llegar me avisan que nos llamarán de uno por uno, así que decidí esperar a que me llamen, cuando me nombran entró al teatro donde colocaron asientos para los invitados, después de que diéramos unas palabras de apoyo, que iban dirigidas a los jóvenes, nos dieron un pequeño reconocimiento por parte del alumnado, comenzaron a pasar alumnas y alumnos a entregarnos a cada uno el reconocimiento, de pronto al pronunciar mi nombre la veo, y no puedo creerlo, precisamente ella, aquí, y entregandome esa cosa, valla, el destino jugando conmigo, ella pasa y como si quisiera molestarme me agradece y me dice Señor Evans, m*****a muchacha, si somos casi de la misma edad, que pasa con ella que me hace molestar.

Se va con la cara tan roja que me provoca un poco de ternura, pero enseguida se me pasa, la veo, que pequeño es el mundo, encontraremos aquí de nuevo, está muchacha, no puedo negarlo, es muy bonita, pelirroja, una hermosa piel alechada, un cuerpo bien proporcionado, y cara de Ángel, pareciera que no luchará, pero ya tuvimos un encuentro, y al final gane yo.

Al terminar el evento nos dieron un paseo por la Universidad, y al llegar a una de las Aulas, la vi, estaba concentrada haciendo apuntes, ella tenia un rostro muy bello, supongo tendría novio, las jóvenes que me ven no se preocupan de disimular, una de ellas se acerca y me pide mi número, le contestó amablemente que estoy comprometido, aún cuando sea metira, eso no es para mi, aún que a mi madre, le de el ataque cada que hablamos del tema, ella se muere por nietos, y eso no es algo que yo quiera, me divierto y me alejo, jamás he dormido con ninguna mujer, hacemos lo que debemos y nos despedimos, no soy de una sola dama.

Llega la hora de irme, y salgo al estacionamiento, camino hacia mi auto, veo que varios jóvenes están tomándose fotos frente a él, en realidad no me molesta, alguna vez fui joven, así que los deje ser un momento, entonces como si la vida se burlara de mi, la vi, ella parecía incómoda, un joven la seguía, parecía molestarla, por que parecía estar o muy enojada o avergonzada, pues su rostro era tan rojo como un tomate, antes que nada soy un caballero, y mi madre me enseñó a si veía a alguna joven en peligro, la ayudará, y creo que este era el caso.

Me hacerque a ellos y la llame.

-Te he estado buscando cariño, donde estabas.

La muchacha me veía confundida, como pensando en mis palabras, pero le hice un gesto como de que vengo a salvarte, y ella siguió el juego.

-Hola cariño, crei que ya te habías ido.

La tomé de la mano y la aparte de aquel gigantón que la molestaba, el sólo se quedó viendonos alejarnos.

La muchacha poco a poco se soltó de mi mano, y agradeció por salvarla.

-Gracias, la verdad ya estaba a punto de gritarle que se largará.

-Bien, me supongo que vas a tu trabajo a molestar comensales, vamos te llevo.

-No es necesario muchacho, yo buscare...

-Anda, no soy ningun depravado, te daré otra oportunidad de tratarme bien, si no quiza te acuse de maltrato a un inocente.

-Valla, pues no creo que tengas nada de inocente.

Y salió su fuerza, parecía molesta, y la verdad me gustaba picarla, hacerla enojar, verla sonrojarse.

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