—¿Cómo te sientes Ana?

—Ya no te preocupes más Raquel, estoy bien sabes que soy un poco débil y aun no me acostumbro al cambio de horario, debe ser eso que me pone en este estado

—Bueno agárrate ¿No sabes a quien vi?

—Creo que es obvio que no sé a quién viste, no soy adivina tengo cara de bruja, pero no lo soy

—“Chistosita la niña”

—Ven siéntate a mi lado y agárrate, lo vi hoy en la escuela y estaba de los más amoroso

— ¿No sé de quién hablas Raquel? Se mas especifica por favor

—¡Darren Ferrara!

—No pude dar un paso más al escuchar su nombre ¿Dónde lo viste?

—En la escuela, fue a dejar a la niña

—¿Andaba solo? Olvídalo puede andar con quien sea, no me importa

—¿Estas celosa Ana?

—No lo pregunte por eso, pense en mi hija viendo el ejemplo de padre que tiene, no me imagino como tuvo que ser su infancia, cada día cambiando de “amiguita” de papi, no sé ni cómo sentirme por la niña, Raquel ¿Soy mala madre?

—¿Cómo saberlo? Nunca has estado con ella, nunca la has tratado, nunca la has vis