Capitulo 4

Brindamos por la nueva “amistad” empezaron a salir mujeres de todos lados, Caesar brindo por nuestra “asociación” y yo me perdí sabiendo que Mathias y los demás subordinados estaban cuidando mis espaldas

—¿Te diviertes Darren? Porque yo sí, hace mucho no podía hacerlo, es tan relajante

—¿Por qué no podías?  ¿Qué te lo impedía Caesar?

—Mi loco hermano, ese me lo impedía cada que intentaba celebrar algo me interrumpía, pero eso no pasara aquí, estamos lejos de Alemania

Era un disturbio total, música, alcohol, drogas y sexo era lo que se veía en cada rincón. Hasta que Mathias entro con cara de "te lo dije"

—Darren, tenemos compañía

—No puede ser, tan bien que la estaba pasando ¿Quién fue el maldito que lo arruino?

—"Señor Zimmerman nos están atacando"

—Ya decía yo que lo bueno dura poco ¿Estás listo para la acción Darren?

—Desde que nací estoy listo. Los matare con mis propias manos, me interrumpieron justo cuando intentaba gozar, mire a la mujer que aún no se desprendía de mi verga ¡Nena sé que esta bueno! Pero debes correr por tu vida, otro día me la chupas

—Señor Zimmerman pasaron la primera baya de seguridad

Los disparos se escucharon a lo lejos, suspire,

—Nada con lo que no podamos lidiar, prepárense todos ¿Tus subordinados tienen chaleco? Pregunte a Darren

—Por supuesto, no salen sin ellos

—¿Y tú?

—Me maldije por dentro ¡Mierda! Odio esa porquería me hace sentir incómodo. Negué con la cabeza

—Lo imagine, se ve demasiado bien el traje.

Caesar le tiro uno y agarro su arma favorita llevando una mp5 de repuesto

—Debemos estar preparados para todo

Dijo Caesar hundiendo los hombros como si fuera normal, llevar un arsenal encima. Se acomodo el chaleco justo cuando derribaron las puertas. Balas y gritos rezumbaban dentro de lo que fue la bodega de la diversión, Caesar me hizo señas para que lo siga

—Al parecer esta vez mi hermano se alió a alguien más, estos no son sus matones al menos no todos

—¡No lo son! Ellos son parte de la organización del sur, no tienen buenos tratos con nosotros, al parecer es una emboscada

——No me sorprende Víktor hace lo que sea por querer ganarme y no lo consigue

—Viktor …… ¿Viktor es tu hermano?

—Si ¿Por qué?

—Ya sé a qué clase de locos nos enfrentamos Caesar, es mejor que nos separemos, así nuestra gente podrá hacerse cargo de esos molestos insectos, sin necesidad de que alguien salga lastimado

Asintío y corríoo en dirección contraria a Darren encontrándose con pocos matones frente a el

—¡Espero que Darren corra con la misma suerte!

Corrío de frente encontrando un callejón, la suerte no le sonreía, el callejón estaba a oscuras sentía gente siguiéndole muy de cerca, las municiones se terminaron, vio a una mujer hablando por teléfono en la esquina, estaba cómoda sentada en lo que parecía una moto, le grito asustándola.

—"Debes ayudarme”

Miro al estúpido hombre que la jalo del brazo y se asusto con el grito, se asombro al ver de quien se trataba. Esta era la oportunidad perfecta para acercarse a este perro. Peleo con algunos maleantes que lo seguían, al darse cuenta que venían más la jalo y trepo en su moto, arrancando enseguida

—Detente perra, mantente fuera de esto o te ira mal zorra mal pagada

Freno a raya, mirando fijamente al hombre que la insulto

— ¡Oye! Como te atreves a insultarme, yo cobro y muy bien y soy bastante cara. Esto te va a costar caro chico guapo

Dijo mirando al hombre que estaba sentado detrás de ella, arranco y salieron a toda velocidad de ese lugar, despues de reventarle la nariz de un puñete al sujeto que la insulto

*******

—¿Aún no lo encuentran?

—No señor Zimmerman, es como si la tierra se lo trago

—Eso es imposible, ni el diablo lo quiere

—No se preocupe señor Zimmerman, Darren sabe defenderse debe estar escondido en alguna parte

—Quisiera creerte Mathias, pero no creeré hasta no verlo bien frente a mi

—¡Llego por quien lloraban!

Grito Darren, mientras todos se asombraban de su entrada

—¿Dónde m****a estabas? "Nos tenías con el alma en un hilo bastardo"

Beso la mejilla de Mathias recibiendo un codazo

—No te enojes mi amor, no estaba con otra eso es seguro

—Es bueno saber que está bien y que nada te paso según veo

—¿A que no saben quién me salvo?

—Deja el misterio Darren y habla de una buena vez

—Annelise Hoffman

—¿Qué? Como estuvo tan cerca para ayudarte

—Lo mismo pregunte yo Caesar, me respondió que la invitaron a una fiesta en una piscina cerca de aquí y…….

—¿Annelise está bien?

—¿Usted la conoce?

—Si yo la invité, esperaba que llegara, aunque dijo que estaba muy ocupada, pensé que no había venido

—Estaba perdida por la ubicación que le dio, ella está bien se fue a su casa luego de dejarme aquí

—Gracias

—La vi salir corriendo con la poca ropa que traía puesta. Entonces era verdad lo que dijo, yo estaba dudando de su versión

—A veces las cosas más extrañas nos ocurren Darren y esta vez ella fue tu ángel salvador

—Ni tanto Darren, aún me duelen las costillas de la patada que me metió cuando le dije que si podíamos ir a un hotel

—Tú te lo buscaste idiota, como le vas a decir eso después de que te salvo el trasero

—No me sermonees Mathias, por eso digo que pareces mi esposa

—Señor Zimmerman, su hermano está en la línea

Casesar tome el teléfono en sus manos

—¡Hola!

—Veo que, si recibiste mi regalo hermanito, me esforcé mucho en hacerlo, espero consideres mi esfuerzo

—Estás loco Viktor, pudiste matar a mucha gente inocente

—Mi problema no es, quien los manda a andar contigo, será mejor que no regreses por aquí en un buen tiempo Caesar, tengo vigilada toda Alemania y cada ruta de entrada al país en el momento que sepa que estas entrando ¡Boom! Una bomba estallara en cada orfanato de la ciudad más cercana a ti

—¿Por qué Viktor? Porque matar gente inocente

—Para mí no son más que estorbos, no quiero verte regresar Caesar o estarás firmando tu propia muerte y la de miles de personas inocente ¿Podrás cargar con eso en tu conciencia?

Caesar escuchó el pitido de la llamada cerrada y suspiro. Cada día Viktor estaba más loco y si decía que tenía bombas alrededor de Alemania tenía que ser verdad el más que nadie sabía sus alcances

—Al parecer te excluyeron de tu país Caesar

—Lo escuchaste

—Quien no lo escucho, te propongo algo, esta vez seré el que te ayuda, luego dejaras que mate con mis propias manos a ese malnacido de Viktor

—¿Nada más?

—Nada más, los mafiosos, pandilleros y demás gente mala en la oscura ciudad solo tienen una regla, no dañar mujeres o niños inocentes y Víctor se metió con quien no debía

—Trato echo podrás matarlo con tus propias manos

—Nunca lo dude

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