Sergio Isabela es una mujer difícil de sorprender, sé que está enamorada de mí desde el momento en que se rio del primero de mis chistes, lo que pasa es que uno no debe abusarse de la buena fortuna, uno tiene que trabajar por el amor. Después de comprobar que todo está excelente para nuestro viaje, me aseguro de que ella tenga el cinturón bien puesto, le doy un beso en los labios y Isa me ve divertida. —Te amo—Le digo y ella me mira a los ojos. Los dos nos quedamos mirando antes de solicitar la confirmación de vuelo, unos segundos más tarde estamos en el aire y decido a un pequeño recorrido de la ciudad por lo que vuelo un poco más bajo para tener una visión de esta maravillosa ciudad. Isabela ve todo con cierta emoción y reconoce que ha vivido gran parte de su vida en la ciudad, pero nunca ha estado interesada en conocerla hasta ahora, yo le muestro mi reino, el lugar del cual he estado obsesionado por años y hago de guía turístico para ella. Isabela me escucha con atención. Hace
Sergio Mi mamá nos explica la situación. Sebastian, ha llamado a la gente a marchar pacíficamente hasta que reduzcan la condena Sash y hay miles de mocosos manifestándose junto a él porque están e acuerdo en que es una sentencia injusta para alguien que pidió ayuda con insistencia. Al frente de ellos los tres hijos menores de mis padres. El presidente les ha pedido que regresen a sus casas porque se rehúsa liberar a una asesina. En cuanto termino la llamada con mi mamá, me comunicó con los nuestros abogados, pero, no puedo cubrirte por las locuras de tus hermanos. Me da demasiada pena con Isabela y con nuestro plan de ser simplemente nosotros, pero tengo que regresar. Nunca han enviado a nadie a la cárcel por manifestarse, pero, hay miles de adolescentes y la delincuencia siempre aprovecha ese tipo de situaciones para escalar a violencia. Veo a mi prometida arreglar las maletas que apenas logramos desempacar, me pasa una muda de ropa y le tomo la mano para acercarle a mí, le doy
Sergio Sebastian llama la atención de todos y vemos dónde algunos están grabando para que en diferentes puntos envíen el mensaje.—Les pido a todos que por favor tomen asiento y si la policía llega a cercarse eleven las manos. Recuerde que esto no es una guerra contra el gobierno, es un intento por salvaguardar la vida y los derechos de alguien más. Esto es un intento por decirle a este y a los próximos gobiernos que no estamos solos ni desamparados, nos tenemos los unos a los otros y la próxima niña o el próximo niño que reciba a abuso por sus padres, cuidadores, inclusos sus hermanos sean escuchados. Unimos al live a mi mamá. —Sebas tian, Mi lo y O lim pia... Qué increíble, manténganse seguros y hablamos en la casa. Mi papá le quita el teléfono a mi mamá y dice. —Sebastian estás castigado. —Sebastian está hablándole a la gente. Aquí hay un montón de papás justificando la marcha porque le gritas a tu hijo por un celular. —Muy listo, de esto no los salva ni Dios. Mi papá sigue
Isabela yo tengo un pulso para enamorarme de hombres que son extra populares y muy carismáticos y Sergio además es guapo, joven y misterioso ante los ojos de todas estas adolescentes que huelen a feromonas. En toda la campaña no había tenido que estar en medio de grupos grandes de personas viendo a mi novio meterse en esa raya de coquetear y ganar votos, pero, resulta agotador fingir que me da igual todo. Hemos caminado casi tres kilómetros sin encontrar a ese trío de mocosos, pero es una chica muy maja la cual nos dice que se están concentrando en la plaza y no al rededor. Yo decido llamar a Olimpia y ella me responde un poco afligida. —Hay demasiada gente y todo el mundo está apretado. —Lo sé, pero dinos qué ves. —Estamos juntos a una fuente. Sebastian está rodeándome junto a Milo. —Siente que estás en peligro. —No sé. Sergio y Max se apuran. El mayor de los hermanos Caine hace una llamada para pedirle al personal de su compañía de seguridad que vengan a ayudar a mantener e
Isabela Bastian se sienta un par de minutos con un bolígrafo que su hermano le presta y la factura que andaba Mily en el pantalón, al menos era una compra muy larga, así que él escribió lo que le parecía, finalmente nos dice cuál es su plan. —Bueno que saquen a todos los arrestados injustamente por el día de hoy porque manifestarse es parte de la libertad de expresión. —Sergio asiente. —Cárcel juvenil, un juicio justo y terapia. —No es imposible—comenta Castro. Acompaño a Sebastian hacia un grupo de camarógrafos. Busco alguna cara conocida y veo a la periodista que representa el canal de Marcela, le saludo y le pregunto si puede ponernos al aire, ella sonríe y le da unas indicaciones a Sebastian antes de iniciar. —El día de hoy tenemos un movimiento juvenil el cual se ha expandido por el país rápidamente. Los jóvenes de Mainvillage está pidiendo ser escuchados cuando se trata de acoso, de agresiones y de salud mental. El caso de Sash ha sido revisado durante meses en cada una de
Sebastian se queda en silencio. Está decepcionado y confundido, como todos nosotros. Él se cubre el rostro y su hermano mayor viene a reconfortarle, Sebastian se mueve y con un gesto de la mano pide un minuto, un solo minuto. Milo quien nos sorprende. —Yo no me voy—Grita Milo y las cámaras le apuntan. —Nadie que sufre abuso físico o sexual merece ir al psiquiatra y menos a la cárcel. Es el agresor, el pueblo machista, esta ciudad que nos enseña a decirles a nuestras mujeres, a nuestras hermanas, “ven no sales sola”, “ponte algo más largo”. Se acabó, esto se acaba hoy. Esto tiene que dejar de ignorarse, necesita dejar de ser un secreto o de calificarse como mentira. El sistema nos falla a veces y los papás cometen el error de subestimarnos y hasta de no creernos. Ahora les pido a todos los que han sido víctimas de abuso sexual, físico, psicológico, abusos domésticos, por favor, alcen la voz y cuenten sus historias #Mainvillagelibredeviolencia porque no pasa solamente en casa de Sa
Sergio Anuncio del periódico: Los cuatro candidatos han decidido detener la campaña durante una semana para los actos fúnebres de Sash, así como una reunión en casa presidencial en al cual podrán hablar de lo que se puede hacer mejor contra el femicidio, la violencia sexual y familiar. Mis hermanos y yo hemos estado obsesionados con la verdad durante las últimas 48 horas y creo que es lo único que les va a hacer sentir mejor, estoy seguro de que no es así, que no se sentirán mejor cuando escuchen que fue asesinada por alguien o que el gobierno decidió silenciarle porque eso genera más inseguridad. —Mi amor, quieres hacer algo. —Quiero hacer muchas cosas. —Lo sé, pero no has intentado hacerme un bebé. No dejas de trabajar en la propuesta y hablé con tu mamá, tus hermanos están peor desde el funeral, no quieren... no quieren ir al colegio, hay gente expulsada porque fue en uniforme y hay gente suspendida porque se fue de pinta. —Ellos tres —los dos asentimos. —Cuantos días. —C
Sergio Isabela mira la habitación y me mira a mí. Mi mamá tomó tanto tiempo decorando mi habitación y la de mis hermanos porque quería que nos sintiéramos enamorados del espacio, que pensáramos que siempre podíamos estar en esa habitación, sin embargo, mi papá se opone a vernos después de independizados. A mí me parece cool solo venir en momentos especiales, lo hace más mi hogar que mi centro de emergencias. Ella sonríe mientras mi novia inspecciona el lugar. —Nunca había entrado. —Es la primera vez que estoy aquí—comenta y los dos sonreímos. —No es tan guay. —Escuchamos un par de golpes en la puerta e isabela abre. Mi mamá nos saluda y nos entrega un paquete como si fuésemos visitas. —Ya calenté las toallas y voy a conectar algunas cosas en el baño. Mi mamá y mi papá llevan años perfeccionando esta casa, pero mi mamá tiene una enfermedad por tener el baño perfecto. Por eso, el piso tiene algo que lo hace tibio para que no vayas a orinar y sientas aquel contraste en media noch