Isabela
Todos tenemos un lugar al que siempre queremos volver, para mí ese lugar es una casa en Mallorca, España, en la cual vive mi suegra tras la muerte de su hijo. Ahí con una colección de rosas blancas, luces y bajo la luz de la luna me pidieron un día ser esposa del hombre al que más he amado nunca, ahí me casé frente a todos nuestros amigos y seres queridos y ahí fui feliz muchísimas veces, todas las veces que estuvimos dispuestos a ser felices.Mi suegra me ve desde el balcón de casa y baja corriendo a recibirme con un beso enorme y un abrazo, yo le doy el mismo cariño y sonrío mientras nos examinamos la una a la otra. —Estás guapísima, Isabela. —Gracias. —Ven, necesito mostrarte las reformas. Dicen que cuando sientes que lo pierdes todo necesitas reorganizar lo que tienes al frente, a mí me pasSergio Pasé la noche conversando con mi hermana sobre mis papás, acostados en la orilla de la piscina. Ella me toma de la mano y vemos a Love y Prince bailando mientras ven la película. Maximiliano les intenta controlar, pero, lo único que logra es que Paris se una a sus hermanos. Drake ríe y nosotros también y mi hermana me da un beso en la mejilla. —Creo que te pareces mucho a mamá y papá. —¿Por qué estás buscando pelearte conmigo? —Necesitas que alguien te empuje al agua, Sergio. Isabela no va a sentirse mal por su ruptura toda la vida y tú tampoco. ¿La dejaste de querer? Lo que yo vi en Italia el verano pasado fue mentira. —No. —¿Entonces? —pregunta mi hermana. —Sergio tú no eres mejor que papá ¿Recuerdas a Hunter? Creo que él no ha estado más tenso y celoso en la vida que de ese pobre hombre y tú no has sabido si irte por el teléfono o matar a Mark con un misil. Y eres el hijo de tu mamá, puedes pasar meses sin siquiera ver a una persona, la hiciste esperar como una descono
Isabela Sergio se abalanza sobre mí y le beso de la misma forma apasionada. Lo abrazo mientras nos besamos y él me besa con intensidad, pero, me aparto y señalo en la puerta a sus hermanos. —Ahh, esos tres—dice Sergio y los mira durante unos segundos, ellos a nosotros. —¿Muy mal si los envío ya a casa de Mily en un bus? —Extremadamente mal. Me río e intento apartarme de Sergio, pero me toma de la mano. —Yo voy a ir por un café—Le aseguro y le doy un beso corto en los labios antes de acercarme a saludar a sus hermanos. Bastian me rodea los hombros con el brazo antes de proponer un aperitivo para dormir. Su hermano gemelo le da la razón y se mete en el refrigerador sus hermanos les ven sorprendido y se quejan de lo mucho que comen. —Yo sí tengo hambre—dice Olimpia. —Ellos se comieron una pizza, cada uno—nos acusa Olimpia e Isabela se ríe, —Me pidieron una pequeña y se la comieron —Isa estalla en carcajadas y le doy un beso a mi hermana en la frente.Las dos preparamos un bocadill
Sergio Después de dos días de vómitos y diarrea, con tres personas enfermas a mi lado por mi culpa y una novia maravillosa que nos huye. Tuve que llamar a mis papás y decirles la verdad llevé a sus hijos a un centro de la perdición y casi los mato. —¿Sergio? —dice mi mamá sorprendida. —Cómo enfermas a cuatro humanos que saben todo lo que hay que saber de la vida. Como no comer en la calle. —Mamá tú comes en la calle. —Les he dicho toda la vida que el cantonés no, esas manzanas llevan horas ahí y las van a cubriendo con más caramelo, o sea, las estornudan, tosen y hablan sobre ellas. —Yo creo que fue el agua —Sebastian asiente —Tomaron agua en la feria? —pregunta Olimpia. Mi papá y mi mamá nos ven sorprendidos, yo le doy un golpe en la cabeza a mis hermanos y ellos se encogen de hombres antes de explicar: —Sí, la botella era muy pequeña para seis dólares, iba a ser el canje de reciclaje y me la dejaron en 5, y dije, mejor la relleno y ustedes dos felices tomando. —Yo le di la
Isabela Nota del periódico: Fallece la diseñadora de bisutería y exesposa de Sergio Caine. La joven tuvo un altercado de salud a los 20 años, a unos minutos de su boda con el ahora candidato Sergio Caine. La hija del petrolero, ha fallecido tras mantenerse con vida, pero, en estado vegetativo por casi cinco años. El candidato ha desfilado al lado de su exsuegra. La pareja se conoció muy joven en el colegio, es la única relación oficial que se le conoce, aparentemente el candidato es de relaciones largas y muy formales, desde entonces mantiene una estrecha relación con Cristina, su exsuegra a quién no abandonó en ningún momento durante el largo proceso. El candidato fue acompañado por sus padres y hermanos, no estuvo acompañado por la misteriosa mujer que le ha robado el corazón durante los últimos tres años.Sergio siente por primera vez la intensidad e invasión de la prensa, lo más importante es que aunque no lo dice sé que quiere estar solo, lleva los últimos cinco días vestido to
Todos se quedan en silencio, mis papás mis hermanos están procesando el anuncio y mi prometido si llega a moverse de nuevo me mira con sorpresa, sus los brillan alegres y en sus labios se forma una sonrisa mientras se pone en pie y corre a llenarme de besos. —¿Vas... a...? ¿Vas a casarte conmigo? —pregunta Sergio. —¿En serio?—Sí, vas a ser un dolor en el culo. Voy a apestar como primera dama, pero, si es lo que quieres y como soy lo que quieres voy a quedarme—Replicó y sonrió. —¿Vas a quedarte?—Sí. —Bien —Respondió y sacó el anillo de su pantalón. Papá miró incrédulo a mi mamá y preguntó: —¿Qué pasa en esta familia? La puerta de casa se abre y el tío Sebastian le hace la misma pregunta a mi papá. —¿Tu hijo y mi hija? —preguntó el tío Sebastian. —¿Mi hijo y tu hija?—Estoy igualmente confundida—dice Julianne y los dos se encogen de hombros. —Yo igual—Dice Olivia. Sergio coloca el anillo en mi dedo anular lo veo y es increíblemente bonito. Un diamante en bruto tallado en for
Sergio La misa en honor los candidatos está llena de familias católicas y algunas no practicantes que quieren escuchar lo que el padre quiere decirnos, la prensa está aquí, todo está lleno y creo que hasta está siendo televisado. A mi familia y a mí nos han asignado un palco, el tío Alonso se ha comprado uno, el que casualmente reparó para la iglesia y el tío Cash igual. Todos llegamos al mismo tiempo y los más pequeños se quejan porque hay que saludar a demasiadas personas, llevan ropa que no les gusta o no sienten cómoda y tiene que portarse bien. Mi hermana no suelta la mano de Love, mientras Maximiliano y su novia llevan en cada una de sus manos a uno de los niños. Max carga a Lovey y Drake le da la mano a Milena, los dos comparten una sonrisa de complicidad y mi mamá me advierte que una boda, una campaña y un bebé es demasiado para una sola familia. Le doy un beso y un abrazo, luego saludo a mi hermana bebé y Olimpia me arregla el pelo. Mi papá y yo compartimos un rápido abrazo
Sergio Intenta pasar por su lado y evitar una confrontación, pero, me bloquea mi paso dos veces. Le miro a los ojos y él hace lo mismo antes de preguntar: —¿Tienes miedo de que hable?—No tengo nada que ocultar, estuve enamorado de ella mucho tiempo, estuve casado con ella y lo más importante, no hice nada con el fin de herirle. —La abandonaste Sergio, la usaste y la tiraste —grita y todos ponen su atención sobre nosotros. —No me estás intimidando, esta es la casa de Dios, a él es quién violentas. —me agarra del saco y grita en mi cara. —¡¿Tú que sabes de honor, lealtad o responsabilidad Sergio, si ni siquiera conoces el respeto!?—¡Usted pidió una anulación de mi matrimonio! —respiro profundo, y digo: —Rehice mi vida después de que anularan mi matrimonio, es la condición que me puso mi pareja y el favor que me pidió mi suegra, no hice nada malo. La cuidé todo el tiempo que pude y entiendo que esté en mucho dolor, pero, no es mi culpa. —Le recuerdo y sigo caminando.—No pudiste m
Isabela El fin de semana con nuestras familias no va mal, tengo toda la libertad de sonreírle a mi novio, pero, de jugar al té con mis sobrinas y me encanta esa sensación de paz. Por primera vez en toda mi vida mi papá adora a mi novio y todo es armonía. He sido antes la manager de mi marido. Sé lo difícil que es, así que me rehusó con Sergio temprano en la mañana antes de presentarme ante su equipo. —¿Qué pasa?—pregunta y se arremanga la camisa, vuelve a poner la atención sobre un papel y frunce el ceño mientras intenta leer. —Sergio, estás ciego. Necesitas lentes. —No necesito lentes, mi amor—niega con la cabeza y me sonríe de esa forma sexi y manipuladora en la cual sus ojos e iluminan. —¿Quieres que compartamos oficina?—Quiero hablarte de eso —aprovecho y le indico que tome asiento. —Trabajo duro, soy intensa, cansona, a veces repetitiva y soy muy mandona mi única misión es ganar. Voy a convertirte en presidente pero no soy un juguete sexual, no soy tu mujer, no nos gustam