Mientras Ambos bebían su champagne, hablaban de como había ido su día, se relajaban y se miraban con cariño.—Y cuéntame, porque cocinaste tu?, le dije a mi nana que lo hiciera ella.— la mira alzando una ceja—No vayas a regañarla por favor, yo solo quería cocinar para ti— se sonroja por su declaración y a Bruno le parece adorable—Bien, solo porque su comida es deliciosa señorita.— Irene se muerde el labio y mira hacia el cielo, lo que Bruno aprovecha para enviar un mensaje.—Le gustaría mirar más de cerca señorita?— se pone de pie y le ofrece su mano.—Me gustaría.— ella la toma sonriendo y una vez que están mirando las estrellas posa la cabeza en su hombro, mientras el planta un suave beso en ella.Permanecen así casi dos minutos cuando comienza la lluvia de juegos artificiales e Irene está maravillada de lo que sus ojos están viendo.—Hay por Dios, es tan hermoso ——Que bueno que te guste— ella notó algo extraño en su voz, pero realmente estaba disfrutando los juegos.Después de u
En la oficina*—Querias verme jefe?— apareció un Álvaro con gafas de sol por la resaca de la noche anterior.—Quitate los lente primero.— dijo Bruno entrecerrando los ojos. —Preparate un café doble y toma esas pastillas para que puedas hacer bien tu trabajo.— le señalo la mesa donde estaba la cafetera.—Por eso te quiero jefe!!— Bruno lo fulminó con la mirada, que bueno que nadie podía escuchar sus tonterías aquí, pensó.—Pon atención, te envié una foto, quiero absolutamente todo lo que puedas encontrar sobre ella.——Estas hablando con el mejor.— dice alardeando.—Eso lo decido yo.— Álvaro pone mala cara.—Como sea, quien es ella?— dice mientras mira la foto de aquella hermosa rubia de ojos grises, sintiéndose enamorado.—Es la mujer con la que Lorenzo quería que me casará.——La hija de los Scott?— su jefe si que sabía cómo desanimarlo.—Asi es, al parecer Irene la conocio la noche del club, quiero saber porque se acercó a ella, quizá está involucrada en lo que le pasó.——Enserio lo c
Mientras guardaba todo lo que Álvaro le consiguió en su caja fuerte, la pantalla de su teléfono se iluminó y pensando que quizá sería Irene se apresuró a ver el mensaje.Irene*>>Hola, espero no interrumpir tu trabajo, traje el almuerzo.>De verdad!?, no te veo señorita😏>Sabes que no voy a entrar, estoy abajo en el coche, ven a buscarme 😉<
A llegado el viernes y la pelirroja se está poniendo bonita para ir a desayunar con su quizá primera amiga en esta ciudad, se puso un vestido floral y una zapatilla naranjas de tacón pequeño, sus pies hoy lucen muy bonitos.Justo ayer le hicieron pedicura para su boda y le pusieron unas uñas hermosa en sus manos y ella no se cansaba de verlas, aunque el anillo no se lo lleva para no perderlo.Baja corriendo las escaleras, muy alegre cuando escucha desde la sala esa voz que la hace muy feliz.—Por que corres te vas a lastimar.— la reprende el hombre que está ahí parado, tan malditamente hermoso.—Estas babeando señora Miller?— le dice juguetón, y ella se sonroja y corre hacia el.—Estas aquí!!, creí que te habías ido temprano como siempre.— se cuelga de su cuello y el la toma en sus brazos.—Podria quedarme así para siempre, pero ya debo irme— le dice dándole un pequeño beso en su frente. —Solo quiero darte esto, puedes invitar a tu amiga, así tu también tendrás a alguien con quién con
El día tan esperado había llegado, Bruno ya estaba esperando por ella en el salón de bodas como es tradición, Irene estaba a punto de salir de la mansión, se miraba por última vez en el espejo si poder creer que aquel era su reflejo.Aquel vestido tenía un bello encaje por encima de su pecho y asta el cuello, así como las mangas largas, con un gran escote en forma de corazón en su espalda que mostraba su hermosa piel, sin ser vulgar.Llevaba su melena alaciada y recogida en media cola donde se le colocó el velo de novia y un hermoso pero cálido maquillaje que hacía que sus bellos ojos avellana resaltarán.Si tan solo su madre pudiera ver lo hermosa que se veía, se abanicó el rostro para reprimir las lágrimas que amenazaban con salir, no quería arruinar el maquillaje.—Mi señora, la limocina a llegado.— le dice la nana desde la puerta.—Ya veo, entonces vamos, estoy lista— bajo con cuidado las escaleras.Y justo cuando puso un pie fuera de la mansión, apareció ante sus ojos un hombre d
Mientras aquello pasaba Álvaro se dispuso a sentarse en el lugar que le habían asignado, ahí, donde se encontraba la rubia.—Disculpa, está es mi mesa— dijo aquella hermosa mujer alzando una ceja.—Pues parece que también es la mia.— le muestra la tarjeta donde dice que es su mesa.—Estas de suerte, la novia es mi amiga así que no are un escándalo por esto.— le da un sorbo a su copa.—De verdad, la novia?, es hermosa no?——Lo es, lastima que se case con ese arrogante.— con ojos entre cerrados y un poco molesto le responde el.—A mi me parece que es un buen partido, asta hace unas horas era el soltero más codiciado.— Tara pudo notar una pisca de disgusto en su comentario.Lo observó un momento y eso basto para que la belleza de aquel hombre la cautivará, no podía creer, sus ojos hacian juego con el vestido que eligió usar, fue una coincidencia muy bonita pensó.—Asi que eres amigo del novio.— dice burlona.—Es mi jefe señorita.— le guiña un ojo, y Tara se muerde el labio tímidamente, Á
Solo media hora después de haber celebrado aquella lujosa boda, los novios se despidieron de los invitados y partieron a disfrutar de su noche.—Gracias por este bello momento, lo atesorare como un bello recuerdo.— dice Irene, recostando su cabeza en el hombro de su ahora esposo.—Soy yo quien te agradece, sobre todo por darle un poco de luz a mi vida.— enseguida Bruno deja un dulce beso en su cabello.Durante el trayecto ninguno dice nada, sobran las palabras para aquello que estaban sintiendo, aunque Bruno se negaba a aceptarlo, en el fondo sabía que había empezado a enamorarse de su ahora esposa, e Irene igual podía sentirlo, y así se derrumbó el muro que ella había levantado para no salir lastimada.una hora más tarde el chófer les indicó que habían llegado, era una hermosa casa no tan grande como la mansión, pero si más cálida, aquella también era propiedad de Bruno.—Te gusta?— le pregunta Bruno al ver lo maravillada que se encuentra su esposa.—Es realmente genial, casi creo qu
De regreso en la mansión.—Cariño, debo disculparme de ante mano por no poder pasar mucho tiempo a tu lado, hoy será mi nombramiento como nuevo presidente de la empresa, tendré mucho más trabajo por unos meses.— comenta Bruno mientras se viste para ir a trabajar.—Voy a estar bien no te preocupes, yo sé que debes trabajar, lo entiendo en serio.— lo consuela Irene.—Aun así, prometo que lo compensare. — le da un beso en la frente.—Bien, pero al menos debiste dejar que te preparara el desayuno.— le hace pucheros.—De ninguna manera, ahora eres la señora de esta casa, así que no vayas por ahí quitándole responsabilidades al personal, de acuerdo.— finje que la regaña.—Hare lo que yo quiera hump.— se mete bajo las sábanas.—Tu...no puedo ni molestarme contigo. De acuerdo, me voy cariño, vamos sal de ahí y dame un beso.— Irene sale de un salto y lo despide con un beso apasionado a lo cual Bruno le da una pequeña nalgada.—Ah, eres un desvergonzado!!— dice Irene cubriendo su cara roja como