A llegado el viernes y la pelirroja se está poniendo bonita para ir a desayunar con su quizá primera amiga en esta ciudad, se puso un vestido floral y una zapatilla naranjas de tacón pequeño, sus pies hoy lucen muy bonitos.Justo ayer le hicieron pedicura para su boda y le pusieron unas uñas hermosa en sus manos y ella no se cansaba de verlas, aunque el anillo no se lo lleva para no perderlo.Baja corriendo las escaleras, muy alegre cuando escucha desde la sala esa voz que la hace muy feliz.—Por que corres te vas a lastimar.— la reprende el hombre que está ahí parado, tan malditamente hermoso.—Estas babeando señora Miller?— le dice juguetón, y ella se sonroja y corre hacia el.—Estas aquí!!, creí que te habías ido temprano como siempre.— se cuelga de su cuello y el la toma en sus brazos.—Podria quedarme así para siempre, pero ya debo irme— le dice dándole un pequeño beso en su frente. —Solo quiero darte esto, puedes invitar a tu amiga, así tu también tendrás a alguien con quién con
El día tan esperado había llegado, Bruno ya estaba esperando por ella en el salón de bodas como es tradición, Irene estaba a punto de salir de la mansión, se miraba por última vez en el espejo si poder creer que aquel era su reflejo.Aquel vestido tenía un bello encaje por encima de su pecho y asta el cuello, así como las mangas largas, con un gran escote en forma de corazón en su espalda que mostraba su hermosa piel, sin ser vulgar.Llevaba su melena alaciada y recogida en media cola donde se le colocó el velo de novia y un hermoso pero cálido maquillaje que hacía que sus bellos ojos avellana resaltarán.Si tan solo su madre pudiera ver lo hermosa que se veía, se abanicó el rostro para reprimir las lágrimas que amenazaban con salir, no quería arruinar el maquillaje.—Mi señora, la limocina a llegado.— le dice la nana desde la puerta.—Ya veo, entonces vamos, estoy lista— bajo con cuidado las escaleras.Y justo cuando puso un pie fuera de la mansión, apareció ante sus ojos un hombre d
Mientras aquello pasaba Álvaro se dispuso a sentarse en el lugar que le habían asignado, ahí, donde se encontraba la rubia.—Disculpa, está es mi mesa— dijo aquella hermosa mujer alzando una ceja.—Pues parece que también es la mia.— le muestra la tarjeta donde dice que es su mesa.—Estas de suerte, la novia es mi amiga así que no are un escándalo por esto.— le da un sorbo a su copa.—De verdad, la novia?, es hermosa no?——Lo es, lastima que se case con ese arrogante.— con ojos entre cerrados y un poco molesto le responde el.—A mi me parece que es un buen partido, asta hace unas horas era el soltero más codiciado.— Tara pudo notar una pisca de disgusto en su comentario.Lo observó un momento y eso basto para que la belleza de aquel hombre la cautivará, no podía creer, sus ojos hacian juego con el vestido que eligió usar, fue una coincidencia muy bonita pensó.—Asi que eres amigo del novio.— dice burlona.—Es mi jefe señorita.— le guiña un ojo, y Tara se muerde el labio tímidamente, Á
Solo media hora después de haber celebrado aquella lujosa boda, los novios se despidieron de los invitados y partieron a disfrutar de su noche.—Gracias por este bello momento, lo atesorare como un bello recuerdo.— dice Irene, recostando su cabeza en el hombro de su ahora esposo.—Soy yo quien te agradece, sobre todo por darle un poco de luz a mi vida.— enseguida Bruno deja un dulce beso en su cabello.Durante el trayecto ninguno dice nada, sobran las palabras para aquello que estaban sintiendo, aunque Bruno se negaba a aceptarlo, en el fondo sabía que había empezado a enamorarse de su ahora esposa, e Irene igual podía sentirlo, y así se derrumbó el muro que ella había levantado para no salir lastimada.una hora más tarde el chófer les indicó que habían llegado, era una hermosa casa no tan grande como la mansión, pero si más cálida, aquella también era propiedad de Bruno.—Te gusta?— le pregunta Bruno al ver lo maravillada que se encuentra su esposa.—Es realmente genial, casi creo qu
De regreso en la mansión.—Cariño, debo disculparme de ante mano por no poder pasar mucho tiempo a tu lado, hoy será mi nombramiento como nuevo presidente de la empresa, tendré mucho más trabajo por unos meses.— comenta Bruno mientras se viste para ir a trabajar.—Voy a estar bien no te preocupes, yo sé que debes trabajar, lo entiendo en serio.— lo consuela Irene.—Aun así, prometo que lo compensare. — le da un beso en la frente.—Bien, pero al menos debiste dejar que te preparara el desayuno.— le hace pucheros.—De ninguna manera, ahora eres la señora de esta casa, así que no vayas por ahí quitándole responsabilidades al personal, de acuerdo.— finje que la regaña.—Hare lo que yo quiera hump.— se mete bajo las sábanas.—Tu...no puedo ni molestarme contigo. De acuerdo, me voy cariño, vamos sal de ahí y dame un beso.— Irene sale de un salto y lo despide con un beso apasionado a lo cual Bruno le da una pequeña nalgada.—Ah, eres un desvergonzado!!— dice Irene cubriendo su cara roja como
Mientras Bruno ponía orden a los documentos que Álvaro había dejado para el, encontró la información de la nueva secretaria, lo iba pasar de largo porque confiaba en su amigo, pero no pudo evitar sentir curiosidad.Mientras leía el documento de repente su mirada se volvió más sombría, y por un momento pensó que quizá el destino quería jugarle una broma de muy mal gusto, marco un número en su teléfono.—Si presidente?— resonó esa dulce voz en toda su oficina.—Entra.— le ordenó para después colgar.—En que le puedo ayudar presidente?— Bruno se dedicó a observar a la joven detenidamente de pies a cabeza.—Toma asiento y cuéntame, como llegaste aquí.- su tono de voz era más frío de lo normal.—El señor Ocampo y yo tenemos un amigo en común, así que fue el quien me recomendó para el puesto.— se estaba muriendo de nervios, sin duda el CEO era muy aterrador.—Y tu familia, a que se dedica?— continuo Bruno sin quitar la vista de la carpeta.—Yo...soy hija única, mi padre murió hace mucho y m
Decidido a recobrar la compostura, Bruno se va a casa temprano para cenar con su esposa, eso era lo mejor, aunque su ahora secretaria fuese la mujer que tanto a buscado, el ya tiene una esposa, y debe comportarse.—Se va presidente?— aquello lo toma por sorpresa, aún no se acostumbra a tener secretaria y menos en esa situación.El hombre solo asiente con la cabeza y se aleja, la pelirroja le mira su espalda tan perfecta que no puede evitar una media sonrisa, en eso su teléfono brilla por un nuevo mensaje.L*"En la cena de celebración por el nombramiento"A lo que ella responde con un "ok" y enseguida borra los mensajes, recoge sus cosas y también se va.En la mansión Miller.Irene esperaba emocionada junto a la puerta, pues hacia días que no cenaba con su esposo, ella había preparado una deliciosa cena, aunque tuvo que insistir mucho para que Lili la dejara entrar en la cocina. La puerta se abre y llega un sonriente Bruno.—Estoy en casa.— dice mientras se cambia los zapatos.—Cariño
Una vez que Álvaro termina de firmar los documentos ambos caballeros se ponen de pie y se dan la mano para sellar el trato.—Gracias amigo, ah sido un honor trabajo contigo.——Ni que lo digas, no sé si lo hubiera soportado sin tu ayuda.— se dan un abrazo con nostalgia, aunque no vayan a dejar de ser amigos, estarán muy ocupados para verse por un tiempo.Mientras tanto, Irene y la rubia habían quedado para desayunar en un restaurante pequeño para no llamar la atención.—Por aquí rubia!!— Irene se sentía tan agusto con Tara, era como si la conociera de siempre.—Irene!...Estás tan bonita, vaya que el matrimonio te está sentando de maravilla.!— a Tara le pasaba lo mismo, se abrazaron felices.—Cuentame que tal tu cita con Álvaro?— a Irene le gusta el secretario para su amiga.—El de verdad es mi tipo, pero creo que está vez iré despacio, no quiero equivocarme.— se había enamorado a primera vista, y sería muy doloroso una decepción así.—Y que me dices tu?, que tal te trata ese frío hombr