Los invitados ya han empezado a llegar, todos personas muy importantes e influyentes en el país, Lorena como la anfitriona ha estado recibiéndolos e indicándole sus lugares, pero en ese momento a ella solo le interesa la llegada de una persona en particular, bueno de dos, aunque tiene la esperanza de que no lleguen juntos, después de todo se deberían estar odiando. Gran equivocación pues minutos después los murmullos no se hacen esperar haciendo eco de la llegada del matrimonio Montenegro Villareal que se ven tan impecables como siempre.La mirada de odio de Lorena inmediatamente se hace presente, pero no es la única pues desde una esquina del lugar, Saul observa con sorpresa a esos dos seres que sonríen tranquilamente mientras caminan del brazo en una acción totalmente coordinada que hace que los odie más, no entiende, ¿Qué paso?, lo único que se le ocurre es que son muy buenos fingiendo, aunque eso no lo convence tanto, pues puede ver como Maximiliano inconscientemente está pendient
Valentina bajo y se encontró con Rafael quien la recibió con una gran sonrisa, dejándola desencajada, ¿Qué hacía ahí?, ¿estaba tan seguro de que ella aceptaría ir con él? - Buenas noches. – Saludo Rafael con una gran sonrisa. – Estas hermosa como siempre. – Agrego abriéndole la puerta del auto para que ella subiera. - Gracias. – Dijo Valentina mientras se sonrojaba, así era Rafael justo por eso se había enamorado de él años atrás, pero debía recordarse a si misma que eso termino muy mal. - ¿Qué hacías aquí? – Pregunto Valentina apenas Rafael termino de subir al auto, la verdad es que ya no aguantaba la intriga. – No te confirme nada, ¿Qué hubiera pasado si iba con otra persona? – Inquiere Valentina. - Si hubiera visto que alguien más llegaba por ti, entonces simplemente me hubiera ido para el evento. – Responde Rafael tranquilamente, dejando a Valentina con la boca abierta, pero decidió no indagar más, eso solo podría provocar que nuevamente se hiciera ilusi
- Claro que lo sé, es más estoy completamente seguro que es así. – Dice Maximiliano haciendo que Lorena sonríe, parece que se está logrando el cometido. – Soy un vivo ejemplo de ello. – Agrega al segundo. – Mi relación con Sofia será eterna. – Finaliza sonriendo. - No debería ser de otra forma, se podría decir que ustedes son almas gemelas. – Comenta Rafael, guando una mirada de burla hacia Lorena pues tanto el cómo Maximiliano saben perfectamente a que se refería ella en realidad. - Si me permites. – Dice Maximiliano. – Debo volver con mi esposa. – Amplia su sonrisa y se aleja para ir hacia la hermosa mujer que no tiene ni la más mínima idea de que su marido en ese momento hierve de ira contenida que obviamente no dejara salir. - Ríndete Lorena. – Aconseja Rafael que se quedó con ella donde estaban. - ¿Qué quieres decir? – Pregunta ella haciéndose la desentendida. - Se perfectamente lo que querías hacer y sabes que Maximiliano también lo sabe,
- Ya deberíamos irnos. – Propone Maximiliano, ya se aburrió de toda esa gente sobre todo de Saul y Lorena que no han hecho más que enojarlo esa noche. - Aun no nombran a la nueva presidenta. – Comenta Sofia, aunque ella también se quiera ir de ese lugar sobre todo porque la anfitriona no es precisamente de su agrado de hecho esta encabeza en la lista de las personas que menos le agradan en el mundo. - Ya le dimos nuestras felicitaciones, yo creo que eso es más que suficiente. – Expone Maximiliano. - Vaya, tu deberías ser quien menos se quisiera ir, ustedes son muy cercanos no es así, es más tuvieron una relación bastante intima en el pasado. – Sofia ya no aguantó más y tuvo que reclamar por aquello en un tono que salió un poco más alto de lo que había planeado, dejando ver su calara molestia por ese asunto, lo que logro sacar una sonrisa de los labios de Maximiliano. - ¿Celosa? – Pregunta curioso. - Ja, ¿Por qué habría de estarlo? – Dice Sofia s
- Presidenta es hora. – Interrumpe Luisa.- Adelante es su momento. – Expresa el hombre frente a Lorena con una mirada intensa e inexorable. – Esta es mi tarjeta si le interesa mi amistad llámeme. Créame le conviene. – Dice el hombre girándose sobre sus talones para irse de allí, pero después de dar un paso se detiene y sin voltear dice. – Por cierto, Maximiliano Montenegro se fue hace un momento en compañía de su amada esposa, según veo no le era para nada interesante tan magno acontecimiento. Aun cuando es algo tan importante, Al parecer es demasiado frio y cruel con hermosas damas como usted. – Finaliza el hombre con total calma, sin decir más se marcha haciendo que Lorena casi se saque sangre de sus manos por empuñarlas con fuerza y absoluto odio.- Vamos. – Dice Lorena dirigiéndose al escenario, debe mantener su sonrisa, no se puede permitir demostrar debilidad, eso jamás, pero se promete que Sofia pagara caro por entrometerse en su camino y arruinar sus planes.
Sofia miraba a Maximiliano con sospecha intentando descifrar las intenciones de ese hombre, los últimos días ya habían sido lo suficientemente confusos para ella, pero ahora lo era aún más y ya no sabía que pensar, dos años de matrimonio donde se habían ignorado olímpicamente, sin contar con los años anteriores al matrimonio donde Maximiliano la trato como si no existiera, de hecho al principio fue cruel cuando de un momento para otro decidió alejarse de ella sin mayor razón, para que ahora de la misma forma sin explicaciones decida acercarse como si ella fuera ¿Qué?, ¿la puede dejar y luego volver como si nada?, ¿Quién se cree ese hombre? con esos pensamientos en mente Sofia ya empezaba a enojarse, todas las frustraciones guardadas en el transcurso de los últimos años empezaban a acumularse en su pecho con toda la intención de salir, por lo que sin escucharlo se mantiene de pie con gran seguridad y mirándolo a los ojos pregunta. - ¿Qué es lo que estas tramando?, dime ya, ¿a qué
Mientras en la Mansión Montenegro se había iniciado una batalla campal donde emociones, sentimientos y dolores del pasado habían tomado el control, de vuelta al evento de los Álvarez, Eulices estaba a punto de provocar otra gran batalla si es que Rafael toma la decisión equivocada, pues el padre de Lorena acababa de pedirle que hiciera la presentación que se suponía haría Maximiliano aunque claro este ni enterado de tal situación, algo que también dejo un poco desubicado a Rafael, pero la mirada inquisitiva que Valentina mantenía sobre él le dejaba claro que de aceptar su integridad física y hasta su vida corrían mucho peligro. - Presidente Álvarez, considero que esta es una misión muy importante, creo que lo mejor sería que lo hiciera alguien de mayor rango que tenga una trayectoria más amplia en la industria. Alguien que este en el mismo rango que Maximiliano. – Responde respetuoso Rafael a lo que Eulices asiente, pues en eso tiene razón, aunque Rafael representa a los Alcázar
Maximiliano no sabía que sentir por un momento una inmensa alegría rodeo todo su ser, pero luego se dio cuenta de lo imbécil que había sido, fueron casi 8 años de castigo autoimpuesto, donde de paso lastimo a Sofia profundamente, lo peor sin ningún motivo, ya ni caso tenía excusarse en las fotos que recibió en ese entonces o las que recibió ahora, en ese punto entendía que nada de eso era real. Pero entonces, ¿Qué paso? Se pregunta, con lo que rápidamente una obvia respuesta llego a su mente, todo fue planeado, pero, ¿por quién? Y solo un nombre resuena en su cabeza SAUL IBAÑEZ. Después de llegar a la conclusión más obvio los ojos de Maximiliano se desvían hacia Sofia que ya está sentada en el orillo de la cama con nuevas lágrimas en sus ojos, lo que hace que su corazón se rompa en mil pedazos más porque todo fue su culpa, sin pensarlo mucho se dirige hacia ella mientras dice. - Sofia, mi vida, perdóname, yo…. – Pero Maximiliano no pudo terminar, ni siquiera acercarse porque So