Sofia miraba a Maximiliano con sospecha intentando descifrar las intenciones de ese hombre, los últimos días ya habían sido lo suficientemente confusos para ella, pero ahora lo era aún más y ya no sabía que pensar, dos años de matrimonio donde se habían ignorado olímpicamente, sin contar con los años anteriores al matrimonio donde Maximiliano la trato como si no existiera, de hecho al principio fue cruel cuando de un momento para otro decidió alejarse de ella sin mayor razón, para que ahora de la misma forma sin explicaciones decida acercarse como si ella fuera ¿Qué?, ¿la puede dejar y luego volver como si nada?, ¿Quién se cree ese hombre? con esos pensamientos en mente Sofia ya empezaba a enojarse, todas las frustraciones guardadas en el transcurso de los últimos años empezaban a acumularse en su pecho con toda la intención de salir, por lo que sin escucharlo se mantiene de pie con gran seguridad y mirándolo a los ojos pregunta. - ¿Qué es lo que estas tramando?, dime ya, ¿a qué
Mientras en la Mansión Montenegro se había iniciado una batalla campal donde emociones, sentimientos y dolores del pasado habían tomado el control, de vuelta al evento de los Álvarez, Eulices estaba a punto de provocar otra gran batalla si es que Rafael toma la decisión equivocada, pues el padre de Lorena acababa de pedirle que hiciera la presentación que se suponía haría Maximiliano aunque claro este ni enterado de tal situación, algo que también dejo un poco desubicado a Rafael, pero la mirada inquisitiva que Valentina mantenía sobre él le dejaba claro que de aceptar su integridad física y hasta su vida corrían mucho peligro. - Presidente Álvarez, considero que esta es una misión muy importante, creo que lo mejor sería que lo hiciera alguien de mayor rango que tenga una trayectoria más amplia en la industria. Alguien que este en el mismo rango que Maximiliano. – Responde respetuoso Rafael a lo que Eulices asiente, pues en eso tiene razón, aunque Rafael representa a los Alcázar
Maximiliano no sabía que sentir por un momento una inmensa alegría rodeo todo su ser, pero luego se dio cuenta de lo imbécil que había sido, fueron casi 8 años de castigo autoimpuesto, donde de paso lastimo a Sofia profundamente, lo peor sin ningún motivo, ya ni caso tenía excusarse en las fotos que recibió en ese entonces o las que recibió ahora, en ese punto entendía que nada de eso era real. Pero entonces, ¿Qué paso? Se pregunta, con lo que rápidamente una obvia respuesta llego a su mente, todo fue planeado, pero, ¿por quién? Y solo un nombre resuena en su cabeza SAUL IBAÑEZ. Después de llegar a la conclusión más obvio los ojos de Maximiliano se desvían hacia Sofia que ya está sentada en el orillo de la cama con nuevas lágrimas en sus ojos, lo que hace que su corazón se rompa en mil pedazos más porque todo fue su culpa, sin pensarlo mucho se dirige hacia ella mientras dice. - Sofia, mi vida, perdóname, yo…. – Pero Maximiliano no pudo terminar, ni siquiera acercarse porque So
La noche paso lenta para tanto para Maximiliano como para Sofia, ninguno de los dos pudo dormir, Sofia seguía sin comprender del todo las palabras de Maximiliano todo le parecía tan irreal, se sentía tan agotada mentalmente, pero no podía dormir. Al final el sueño la venció ya de madrugada cuando ya casi salía el sol. Por su parte Maximiliano también paso la noche en blanco, pero él era quien más se atormentaba, no puede creer que haya caído en una trampa tan tonta pues después de la conversación con Sofia pudo unir todas las piezas y entendió todo, las escenas que presencio, las fotos, los chats todo fue delicadamente planeado y el solo cayo. Apenas había amanecido y el celular del pobre Erick no paraba de sonar aun cuando era domingo por ende su día de descanso, parecía que su jefe no entendía esos conceptos básicos. - Señor, buenos días. – Responde adormilado. - Necesito que apresures la investigación de las fotos. – Pide Maximiliano sin saludar. – Si es posible nece
Sofia efectivamente se levantó bastante tarde sintiendo que no había descansado nada, aun así, tomo una ducha y decidió bajar, encontrándose con la sorpresa de que al parecer no había ni un solo empleado en la casa aparte de los hombres de seguridad que resguardaban la propiedad. - Buenos días. – Saludo Maximiliano con tacto, sabe que Sofia sigue aún muy molesta. - Buenos días. – Respondió Sofia con cierta frialdad. - El almuerzo está listo, puedes pasar a la mesa. – Comento Maximiliano con calma, ya se ha mentalizado para tratar con Sofia, sabe que todo el trato que reciba por parte de ella lo tiene más que merecido. Al escucharlo Sofia pensó que Maximiliano había pedido comida y como en verdad tenía bastante hambre no cuestiono nada y decidió dirigirse a la mesa, donde su sorpresa fue aún mayor cuando vio que todos eran platos caseros, ¿Quién cocino?, se preguntó mirando fijamente al hombre que servía la comida. Lo que no le pasó desapercibido así que sabiendo s
El día termino, el abuelo Sebastián estaba de regreso en la mansión al igual que todos los empleados, los cuales quedaron algo sorprendidos al llegar pues no pasó desapercibido para ninguno de ellos en especial para el abuelo y para Ana, la nueva tensión que se respiraba en el lugar, ya que Sofia los recibió con una sonrisa como siempre pero se le podía notar un poco diferente, aun así les hablaba a todos con cariño como siempre, pero a Maximiliano lo ignoraba por completo y el respetaba sus espacios, de hecho parecía que comprendía muy bien y más bien estaba interesado en hacer que ella se sintiera cómoda, pero sin intentar acercarse o hablarle directamente por lo que en la cena solo hablaban entre Sebastián y Sofia sobre todo sobre su viaje. - Abuelo ya debes irte a descansar, apenas has llegado de tu viaje. además, ya vamos a empezar con los preparativos para la celebración de tu cumpleaños. – Dijo Sofia una vez termino la comida. - Si hija, tú también ve a descansar,
Sebastián no quedo muy contento con las palabras de Maximiliano pues a grandes rasgos lo que pudo comprender es que su nieto metió la pata en grande con su adorable esposa por lo que definitivamente no la tendría fácil, pero al menos le satisface y emociona saber que ya reacciono, que parece totalmente comprometido en luchar por su matrimonio. - Está bien hijo, lo dejare en tus manos, espero que hagas las cosas bien. – Recomienda con un suspiro Sebastián, pero no se quedará quieto averiguara que es lo que está pasando, el bruto de su nieto puede terminar de arruinar todo, así que es mejor prevenir. - así será. – Asegura con convicción Maximiliano de verdad hará todo lo posible por su matrimonio, el hecho de que Sofia este tan enojada le da una pequeña ilusión, pues si ella ya no sintiera nada, ya ni se enojaría y eso si sería grave, por lo que por el momento prefiere cualquier sentimiento así sea molestia, ira, odio a que su esposa ya no sienta nada por él. Como ya no er
- ¿Cómo sucedió? – Pregunta Maximiliano con voz neutra, pero es claro que está a segundos de explotar, de eso no le queda la menor duda al gerente principal de una de las filiales más importantes de la empresa que es ente momento esta frente a él intentando explicar lo sucedido, aunque es más que obvio que no hay razones que pueda usar para calmar a su jefe, muy al contrario, está seguro que en cualquier momento se va a enojar mucho más. - Presidente, le aseguro que no sé qué fue lo que paso. – Intenta excusarse, haciendo que Erick que estaba parado al lado de su jefe negara con la cabeza el más que nadie conoce a su jefe y tiene claro que si hay algo que lo puede enojar de verdad es la ineptitud además de las excusas tontas, lo cual volvió a comprobar, pues escuchar aquellas palabras basto para que Maximiliano se saliera completamente de sus casillas. Poniéndose de pie inmediatamente para interpelar, con un tono peligroso de voz. - ¿Qué no sabes? – Interrogo cada