Maximiliano no supo en qué momento llego a la oficina de Sofia, pero al encontrarla allí sentada concentrada en su trabajo de pronto le pareció hermosa, lo era sin lugar a dudas solo que él había querido ignorar ese hecho durante mucho tiempo, también se percató que nunca había entrado a esa oficina desde que Sofia tomo el puesto y un sentimiento amargo invadió su corazón, ¿había descuidado hasta ese punto a su esposa?, la pregunta en ese punto le pareció tonta, claro que lo había hecho y aun cuando tenía sus razón en ese momento sintió que todas eran insignificantes para el trato que él le había dado a Sofia, estaba herido y en el fondo su intención es que ella se alejara de él, que no sintiera que debía quedarse a su lado, quería darle libertad para irse con la persona que en realidad amaba, pero ahora todo eso le parecía confuso. Cuando sus miradas se cruzaron todos sus demonios se calmaron y solo dejaron al hombre confundido y perdido en sus sentimientos que estaba dentro de él.
Erick ya había contactado a quien para su parecer era el mejor para el importante trabajo que su jefe le dejo, pues el más que nadie sabe de la verdadera situación que vive Maximiliano con su esposa, aunque al principio el creía que el presidente era muy distante con ella, que parecía que no le importaba mucho algo que incluso la misma Sofia cree ya que Maximiliano ha sido muy bueno en su papel, al menos es lo que Erick ha podido deducir. Ya que en más de una ocasión vio como Maximiliano cambiaba los horarios de las juntas para que la vicepresidenta no tuviera cargas tan pesadas hasta en ocasiones él se hacía cargo de algunas cosas que le tocaban a ella, además siempre que ella enfermaba él lo enviaba con indicaciones a la cocina para comprar más alimentos saludables y los favoritos de la señora para que ella comiera cuando no tenía apetito claro todo esto sin que ella se diera cuenta. Para Erick después de un tiempo fue obvio, sobre todo al ver como muchas mujeres se le acercaban co
- Abuelo, ¿Por qué no me dijiste te habría acompañado? – Pregunta Sofia por teléfono ya que, al levantarse y llegar al comedor a desayunar, se enteró que Sebastián se había ido de viaje el fin de semana para visitar a un amigo suyo en ciudad luz sin decirle a nadie o bueno por lo menos no a ellos. - Mi niña sé que hoy tienen un evento importante, así que no me podías acompañar, además puedo ir solo, no soy un niño. – Refuta Sebastián haciendo reír a Sofia, aunque ella había olvidado por completo el evento que tienen ese día, quizás porque realmente poco o nada le interesa aun así sabe que no puede faltar. - Está bien, cuídate mucho, me llamas cualquier cosa. – Dice Sofia pues igual Sebastián Montenegro es demasiado terco y siempre se sale con la suya así que discutir con él es caso perdido, algo muy semejante al hombre que justamente en ese momento baja por la escaleras con expresión tranquila, por un minuto Sofia se pierde en ese instante detallando bien a ese perf
- ¿No crees que ya es momento de hablar con el sobre eso? – Pregunta Valentina poniéndose seria, pues es algo que siempre le ha aconsejado a Sofia, pero que ella no ha querido escuchar.- No lo sé, quizás. – Menciona Sofia un tanto confundida, aunque sabe que Valentina tiene razón, en ese momento no quiere pensaren eso por lo que recuerda algo interesante. – Por cierto, me explicas, ¿cómo es que te tardaste más de lo planeado? – Pregunta Sofia con mirada inquisitiva.- ¡Ah!, bueno, eso…. – Titubeó Valentina, dejándole claro a Sofia que allí había una historia muy interesante.- Así, que, si paso algo, cuéntame. – Exige Sofia.- Me fui tres días con Rafael de paseo en su yate. – Recita Valentina casi sin respirar, dejando a Sofia con la boca abierta, su amiga está completamente loca, la llamo para decirle lo enojada que estaba por tenerse que encontrar a Rafael allí, pero no dudo en irse de vacaciones con él, en un yate, solos. Después de escuchar eso solo
Los invitados ya han empezado a llegar, todos personas muy importantes e influyentes en el país, Lorena como la anfitriona ha estado recibiéndolos e indicándole sus lugares, pero en ese momento a ella solo le interesa la llegada de una persona en particular, bueno de dos, aunque tiene la esperanza de que no lleguen juntos, después de todo se deberían estar odiando. Gran equivocación pues minutos después los murmullos no se hacen esperar haciendo eco de la llegada del matrimonio Montenegro Villareal que se ven tan impecables como siempre.La mirada de odio de Lorena inmediatamente se hace presente, pero no es la única pues desde una esquina del lugar, Saul observa con sorpresa a esos dos seres que sonríen tranquilamente mientras caminan del brazo en una acción totalmente coordinada que hace que los odie más, no entiende, ¿Qué paso?, lo único que se le ocurre es que son muy buenos fingiendo, aunque eso no lo convence tanto, pues puede ver como Maximiliano inconscientemente está pendient
Valentina bajo y se encontró con Rafael quien la recibió con una gran sonrisa, dejándola desencajada, ¿Qué hacía ahí?, ¿estaba tan seguro de que ella aceptaría ir con él? - Buenas noches. – Saludo Rafael con una gran sonrisa. – Estas hermosa como siempre. – Agrego abriéndole la puerta del auto para que ella subiera. - Gracias. – Dijo Valentina mientras se sonrojaba, así era Rafael justo por eso se había enamorado de él años atrás, pero debía recordarse a si misma que eso termino muy mal. - ¿Qué hacías aquí? – Pregunto Valentina apenas Rafael termino de subir al auto, la verdad es que ya no aguantaba la intriga. – No te confirme nada, ¿Qué hubiera pasado si iba con otra persona? – Inquiere Valentina. - Si hubiera visto que alguien más llegaba por ti, entonces simplemente me hubiera ido para el evento. – Responde Rafael tranquilamente, dejando a Valentina con la boca abierta, pero decidió no indagar más, eso solo podría provocar que nuevamente se hiciera ilusi
- Claro que lo sé, es más estoy completamente seguro que es así. – Dice Maximiliano haciendo que Lorena sonríe, parece que se está logrando el cometido. – Soy un vivo ejemplo de ello. – Agrega al segundo. – Mi relación con Sofia será eterna. – Finaliza sonriendo. - No debería ser de otra forma, se podría decir que ustedes son almas gemelas. – Comenta Rafael, guando una mirada de burla hacia Lorena pues tanto el cómo Maximiliano saben perfectamente a que se refería ella en realidad. - Si me permites. – Dice Maximiliano. – Debo volver con mi esposa. – Amplia su sonrisa y se aleja para ir hacia la hermosa mujer que no tiene ni la más mínima idea de que su marido en ese momento hierve de ira contenida que obviamente no dejara salir. - Ríndete Lorena. – Aconseja Rafael que se quedó con ella donde estaban. - ¿Qué quieres decir? – Pregunta ella haciéndose la desentendida. - Se perfectamente lo que querías hacer y sabes que Maximiliano también lo sabe,
- Ya deberíamos irnos. – Propone Maximiliano, ya se aburrió de toda esa gente sobre todo de Saul y Lorena que no han hecho más que enojarlo esa noche. - Aun no nombran a la nueva presidenta. – Comenta Sofia, aunque ella también se quiera ir de ese lugar sobre todo porque la anfitriona no es precisamente de su agrado de hecho esta encabeza en la lista de las personas que menos le agradan en el mundo. - Ya le dimos nuestras felicitaciones, yo creo que eso es más que suficiente. – Expone Maximiliano. - Vaya, tu deberías ser quien menos se quisiera ir, ustedes son muy cercanos no es así, es más tuvieron una relación bastante intima en el pasado. – Sofia ya no aguantó más y tuvo que reclamar por aquello en un tono que salió un poco más alto de lo que había planeado, dejando ver su calara molestia por ese asunto, lo que logro sacar una sonrisa de los labios de Maximiliano. - ¿Celosa? – Pregunta curioso. - Ja, ¿Por qué habría de estarlo? – Dice Sofia s