Raven

No tardé ni un segundo en darme cuenta de que estaba sola. Damien me había subido, pero no se había quedado. Quizá se estaba arrepintiendo de haberme reclamado después de verme llorar como una niña.

Mi pecho se sentía destrozado. Cada respiración parecía más y más difícil de hacer, como si mis pulmones se encogieran y al mismo tiempo un gran peso los aplastara lentamente.

"Es la ruptura de nuestro vínculo de gemelos". Murmura Midnight. Estaba sufriendo tanto como yo.

Ser gemela realmente apestaba a veces. Dolía más que mi pierna. Me dolió más que ser rechazada.

"Realmente se fue". Le murmuro a Midnight.

"Sí", solloza mientras otra lágrima se escapa de mis ojos. Rápidamente me la limpio. Él había tomado una decisión. Ni siquiera pensó dos veces en mí.

Damien había dejado mis muletas junto a la cama. Las agarro, camino hacia las ventanas y subo la cortina para ver la luz del día.

Con frío, la cortina se me cae de la mano, escondiendo la sangre que acababa de ver. Lentamente