”¿Te lo pidió este tal Damien?”.

“Así es”.

“¿Después de lo que me hizo?”.

“Lo que hizo fue horrible, no te discuto eso, y estoy feliz de que no te haya matado, pero al igual que tú estás atormentada por la muerte de tus padres, ella se siente atormentada por lo que te hizo”.

“¡Bien!”. Me recuesto de nuevo y miro fijamente al techo. “Ella merece ese tormento”.

Él no me responde y termina de ducharse mientras yo me quedo recostada en silencio. Eventualmente, él se mete en la cama y me jala hacia sus brazos. “No te pido que me perdones ni que te vuelvas su amiga”.

“No entiendo qué hace aquí”, murmuro mientras aguanto las lágrimas.

“Ella no tenía que ayudarme a encontrar a Jess, pero lo hizo. Si no fuera por ella, lo más probable es que Jess no estaría aquí”.

“Eso no responde a mi pregunta”.

Él coloca sus manos en mi vientre y exhala. “No tengo una respuesta ahora mismo. O mejor dicho, no hay nada que pueda decir que pueda hacerte sentir mejor”.

Me senté y lo miré fijamente. “Per