"Dijo que no estaba preparada. Que primero quería centrarse en sus estudios. ¿Por qué no quería casarse conmigo? ¿No me quiere?", pregunta, con la voz llena de dolor.

Yo no sabía qué decir. Una parte de mí se alegraba de que lo hubiera rechazado, mientras que la otra me dolía por él, porque veía que lo estaba destrozando.

"Eres increíble, Rowan. Si no quiere casarse contigo, ella se lo pierde. Que se joda, puedes hacerlo mucho mejor". Levanto la copa.

Se me queda mirando un rato antes de sonreír. "Tienes razón, que se joda", dice mientras chocan nuestras copas.

No sé cuánto tiempo nos quedamos allí. Hablamos, bailamos y bebemos. Cuando nos vamos, los dos estamos borrachos, él más que yo.

Me propone compartir su habitación de hotel y acepto. No podía volver a casa estando borracha. Mis padres me despellejarían viva, dado que apenas podía mantenerme erguida.

Pide un taxi y unos minutos después estamos en su habitación.

En cuanto se cierra la puerta, está encima de mí. Me be