La luz cálida en mi cara me despierta. Al principio, estoy confusa sobre cómo he acabado en mi habitación, pero entonces la pesada mano que me rodea la cintura me trae recuerdos de lo sucedido.

Empiezo a sentir pánico, tanto que temo despertar a Ethan. No quería despertarlo ahora. No cuando estaba teniendo un ataque de nervios. No mientras tuviera la cabeza hecha un lío. Tan lentamente como puedo, me levanto y salgo de la cama.

Se da la vuelta y murmura algo en mientras duerme, pero no se despierta. Lanzo un suspiro de alivio mientras me pongo algo de ropa y cojo el móvil de la cómoda.

Me dirijo de puntillas a la puerta y doy un pequeño respingo cuando la abro y cruje. Miro hacia atrás, con el corazón en la boca. Inmediatamente doy las gracias cuando veo que Ethan todavía sigue durmiendo en la cama.

Tiene las sábanas bajadas hasta la cintura, dejando al descubierto unos abdominales muy bien definidos, y un brazo echado sobre la cara. Trago saliva y salgo de la habitación.

Baj