"Entonces, ¿qué quieres? Porque sinceramente me estás confundiendo", le digo honestamente.

"A ti. Te quiero a ti, Harper".

Aparto mi mano de la suya y me enderezo en mi silla, mientras lo miro con sospecha.

"Tienes que darte cuenta de lo increíble que suenas ahora. No me querías en ese entonces. Nunca me quisiste e incluso hiciste todo lo posible para hacérmelo saber ¿Cómo diablos esperas que de repente crea que ahora me deseas?".

¿Está mal que sospeche de él? Que sospeche de su objetivo final. Que tenga miedo que solo me esté encantando para meterse en mis pantalones. Que esté jugando conmigo. No creo que pueda soportarlo si resulta ser así. Me destrozaría.

Me mira fijamente de manera intensa. Sus ojos se quedan en mí por un par de minutos como si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas.

"No sé qué decir, Harper. Ni siquiera creo que pueda explicártelo, ya que yo mismo apenas lo entiendo", explica en voz baja. "Todo lo que sé es que te quiero a ti, y no solo a tu