Un año había pasado desde aquel emocionante día en el festival de otoño. La pastelería de Airin y Katy había experimentado un crecimiento notable, con una clientela cada vez más fiel y una reputación en ascenso en el mundo culinario local.El ambiente dentro de la pastelería era vibrante y lleno de energía, con Airin y Katy trabajando incansablemente para llevar su negocio al siguiente nivel. Los pasteles y postres que una vez solo habían adornado sus sueños ahora eran una realidad cotidiana, gracias al arduo trabajo y la dedicación inquebrantable de las dos amigas.John, aunque no había tenido una respuesta clara de Airin, seguía siendo un apoyo constante. El festival de otoño se acercaba una vez más, marcando el aniversario de aquel día que había cambiado sus vidas para siempre. Para Airin y Katy, era un recordatorio de lo lejos que habían llegado y de lo mucho que habían logrado en solo un año.El tintineo de la campanilla sobre la puerta anunció la entrada de Katy a la pastelería
Mientras Airin conducía hacia la academia culinaria, su mente estaba llena de emociones encontradas. Por un lado, sentía una ansiedad palpable por lo desconocido que le esperaba en su nueva etapa de vida. Por otro lado, la alegría y la emoción por perseguir su sueño de estudiar con el renombrado chef Ko la llenaban de energía y determinación.Sin embargo, lo que Airin no sabía era que en algún lugar del universo, el destino estaba trabajando silenciosamente para tejer hilos invisibles que eventualmente la llevarían a encontrarse con Alexander, el hombre que una vez había sido su gran amor.Mientras tanto, Alexander había seguido su propio camino desde que se separaron. A pesar de los años transcurridos, nunca pudo sacar a Airin por completo de su mente y su corazón. A menudo se encontraba perdido en sus recuerdos, preguntándose qué podría haber sido si las cosas hubieran sido diferentes entre ellos.En algún lugar, en un giro del destino que ninguno de los dos podría haber previsto, s
Airin, emocionada por ver al renombrado chef en acción, se abre paso entre la multitud para acercarse y obtener una mejor vista. Sin embargo, el lugar está abarrotado y el espacio es limitado, lo que hace que moverse sea un desafío. Airin se esfuerza por encontrar un lugar adecuado, alguien detrás de ella tropieza y la empuja hacia adelante. En un intento por mantener el equilibrio, Airin choca con el chef Ko, quien se encuentra justo en ese momento pasando cerca de ella con una bandeja de pastelitos.El impacto es suficiente para hacer que el chef pierda el equilibrio y el contenido de la bandeja, que incluye un vaso de agua, salga volando. El líquido se derrama sobre el chef, empapando su delantal y parte de su ropa.La sala queda en silencio por un momento, mientras todos observan con sorpresa lo que acaba de suceder. Airin se siente mortificada y llena de remordimiento por haber causado este incidente, especialmente frente a alguien tan importante como el chef Ko.Airin se apresu
Otro día amanecía y Airin no quería salir de la cama. Las palabras del chef Ko habían estado dando vueltas en su cabeza toda la noche, como un eco constante de desaliento y crítica. Cada vez que cerraba los ojos, parecía escuchar su voz fría y despectiva, recordándole su aparente falta de valía y habilidades.Con un suspiro, Airin se levantó de la cama y se estiró, sintiendo la tensión acumulada en sus músculos. Se dirigió hacia la ventana y dejó que los débiles rayos de sol acariciaran su rostro, tratando de encontrar algo de calma en medio de la tormenta de pensamientos negativos que la consumían.Se sentía atrapada en un ciclo interminable de dudas y miedos, preguntándose si realmente tenía lo que se necesitaba para triunfar en la academia culinaria. Cada paso que daba parecía estar lleno de obstáculos y críticas, y la sombra del chef Ko se cernía sobre ella, recordándole constantemente sus fallas y limitaciones.Airin suspiró nuevamente y se obligó a sí misma a levantarse y prepar
Airin se dirigió hacia su siguiente clase. A medida que caminaba por los pasillos, se encontró con la mirada de algunos de sus compañeros de clase. Algunos parecían indiferentes, otros la observaban con curiosidad, pero ninguno podía ver la tormenta de emociones que se agitaba en su interior.Al llegar a su destino, Airin se encontró con el profesor que impartiría la clase del día. Era un chef con una reputación impecable y un enfoque riguroso hacia la cocina. Aunque Airin sabía que sería un desafío, estaba lista para enfrentarlo con determinación y dedicación.Durante la clase, se sumergió por completo en la tarea, dejando de lado las distracciones y concentrándose en perfeccionar sus habilidades culinarias. A medida que trabajaba, podía sentir la confianza crecer dentro de ella, reemplazando lentamente la duda y la inseguridad que la habían plagado anteriormente.El tiempo pasó volando, y antes de que se diera cuenta, la clase había llegado a su fin. Airin observó con satisfacción s
Airin se sentó en la fría sala de espera del hospital, con la mirada fija en la puerta de la unidad de cuidados intensivos. La incertidumbre y la preocupación pesaban sobre ella, haciéndola sentir como si estuviera atrapada en un interminable estado de espera. Cada segundo que pasaba parecía una eternidad, y el silencio opresivo del lugar solo amplificaba su ansiedad.Miró furtivamente su teléfono, esperando ver algún mensaje de sus amigos o noticias sobre la condición del chef Ko, pero la pantalla seguía en blanco. Suspiró con frustración y se preguntó cuánto tiempo más tendría que esperar antes de recibir alguna actualización.De repente, el sonido de unos pasos la sacó de sus pensamientos. Levantó la vista y vio a una enfermera acercándose hacia ella con una expresión serena en el rostro.Enfermera: ¿Eres Airin?Airin asintió con nerviosismo, sintiendo un nudo en la garganta mientras esperaba escuchar las noticias sobre el chef Ko.Airin: Sí, soy yo. ¿Hay alguna novedad sobre el ch
Decidida a equilibrar sus responsabilidades académicas con su deseo de estar al lado del Chef Ko, Airin regresó al hospital esa tarde sin falta. Había tomado la firme determinación de estar presente tanto en clase como en el hospital, sin que sus compañeros supieran su verdadera razón para ausentarse ocasionalmente. Después de todo, el estado del Chef Ko era un asunto privado y no había necesidad de compartirlo con los demás.Mientras caminaba por los pasillos del hospital, Airin se sentía llena de determinación y propósito. Había aceptado que su lugar en ese momento estaba junto al Chef Ko, brindándole apoyo y cuidado en su recuperación. Con paso firme y el corazón lleno de esperanza, se encaminó hacia la habitación donde el Chef Ko seguía luchando por su salud.Al llegar a la habitación, Airin se detuvo un momento frente a la puerta, reuniendo valor antes de entrar.Con determinación en su mirada, Airin abrió la puerta y entró en la habitación del hospital, lista para enfrentar lo q
Con el corazón lleno de alegría y alivio por el despertar del Chef Ko, Airin tomó la decisión de regresar esa noche al dormitorio de la academia. Después de semanas de pasar cada noche en vela en el hospital, sabía que necesitaba descansar y recargar energías para enfrentar los desafíos que aún estaban por venir.Con paso ligero y una sonrisa en el rostro, Airin salió de la habitación del hospital y se dirigió hacia la salida. Agradeció a los médicos y enfermeras por su atención y cuidado, prometiendo regresar al día siguiente para continuar apoyando al Chef Ko en su proceso de recuperación.Mientras caminaba por los pasillos del hospital, Airin se sentía ligera como una pluma, como si un peso se hubiera levantado de sus hombros. Había pasado tantas noches preocupada y ansiosa por el Chef Ko, y ahora que finalmente estaba despierto, podía permitirse un momento de tranquilidad y descanso.Al llegar a la academia, Airin se sintió abrumada por una sensación de familiaridad y calidez. Hab