Airin se dirigió hacia su siguiente clase. A medida que caminaba por los pasillos, se encontró con la mirada de algunos de sus compañeros de clase. Algunos parecían indiferentes, otros la observaban con curiosidad, pero ninguno podía ver la tormenta de emociones que se agitaba en su interior.Al llegar a su destino, Airin se encontró con el profesor que impartiría la clase del día. Era un chef con una reputación impecable y un enfoque riguroso hacia la cocina. Aunque Airin sabía que sería un desafío, estaba lista para enfrentarlo con determinación y dedicación.Durante la clase, se sumergió por completo en la tarea, dejando de lado las distracciones y concentrándose en perfeccionar sus habilidades culinarias. A medida que trabajaba, podía sentir la confianza crecer dentro de ella, reemplazando lentamente la duda y la inseguridad que la habían plagado anteriormente.El tiempo pasó volando, y antes de que se diera cuenta, la clase había llegado a su fin. Airin observó con satisfacción s
Airin se sentó en la fría sala de espera del hospital, con la mirada fija en la puerta de la unidad de cuidados intensivos. La incertidumbre y la preocupación pesaban sobre ella, haciéndola sentir como si estuviera atrapada en un interminable estado de espera. Cada segundo que pasaba parecía una eternidad, y el silencio opresivo del lugar solo amplificaba su ansiedad.Miró furtivamente su teléfono, esperando ver algún mensaje de sus amigos o noticias sobre la condición del chef Ko, pero la pantalla seguía en blanco. Suspiró con frustración y se preguntó cuánto tiempo más tendría que esperar antes de recibir alguna actualización.De repente, el sonido de unos pasos la sacó de sus pensamientos. Levantó la vista y vio a una enfermera acercándose hacia ella con una expresión serena en el rostro.Enfermera: ¿Eres Airin?Airin asintió con nerviosismo, sintiendo un nudo en la garganta mientras esperaba escuchar las noticias sobre el chef Ko.Airin: Sí, soy yo. ¿Hay alguna novedad sobre el ch
Decidida a equilibrar sus responsabilidades académicas con su deseo de estar al lado del Chef Ko, Airin regresó al hospital esa tarde sin falta. Había tomado la firme determinación de estar presente tanto en clase como en el hospital, sin que sus compañeros supieran su verdadera razón para ausentarse ocasionalmente. Después de todo, el estado del Chef Ko era un asunto privado y no había necesidad de compartirlo con los demás.Mientras caminaba por los pasillos del hospital, Airin se sentía llena de determinación y propósito. Había aceptado que su lugar en ese momento estaba junto al Chef Ko, brindándole apoyo y cuidado en su recuperación. Con paso firme y el corazón lleno de esperanza, se encaminó hacia la habitación donde el Chef Ko seguía luchando por su salud.Al llegar a la habitación, Airin se detuvo un momento frente a la puerta, reuniendo valor antes de entrar.Con determinación en su mirada, Airin abrió la puerta y entró en la habitación del hospital, lista para enfrentar lo q
Con el corazón lleno de alegría y alivio por el despertar del Chef Ko, Airin tomó la decisión de regresar esa noche al dormitorio de la academia. Después de semanas de pasar cada noche en vela en el hospital, sabía que necesitaba descansar y recargar energías para enfrentar los desafíos que aún estaban por venir.Con paso ligero y una sonrisa en el rostro, Airin salió de la habitación del hospital y se dirigió hacia la salida. Agradeció a los médicos y enfermeras por su atención y cuidado, prometiendo regresar al día siguiente para continuar apoyando al Chef Ko en su proceso de recuperación.Mientras caminaba por los pasillos del hospital, Airin se sentía ligera como una pluma, como si un peso se hubiera levantado de sus hombros. Había pasado tantas noches preocupada y ansiosa por el Chef Ko, y ahora que finalmente estaba despierto, podía permitirse un momento de tranquilidad y descanso.Al llegar a la academia, Airin se sintió abrumada por una sensación de familiaridad y calidez. Hab
Después de semanas de incertidumbre y preocupación, el día que tanto habían esperado finalmente llegó: el Chef Ko estaba recuperado y listo para regresar a la academia. Con una mezcla de emoción y anticipación, Airin se preparó para darle la bienvenida de vuelta a su querido mentor.La noticia de la vuelta del Chef Ko se extendió rápidamente por toda la academia, pero los detalles de su ausencia y recuperación se mantuvieron en secreto. Airin sabía que no todos los estudiantes estaban al tanto de lo que realmente había sucedido, pero estaba ansiosa por ver la alegría en sus rostros cuando el Chef Ko regresara.Con el corazón rebosante de alegría y esperanza, Airin se apresuró a ir a clase para la llegada del Chef Ko. Sabía que su regreso sería recibido con entusiasmo, y estaba emocionada de ver la reacción de sus compañeros de clase cuando descubrieran la buena noticia.Cuando el Chef Ko finalmente llegó a la academia, Airin lo recibió con una sonrisa radiante, fue recibido con sorpr
Airin se sentía nerviosa mientras caminaba hacia el restaurante junto al Chef Ko. Aunque estaba emocionada por la oportunidad de compartir una cena especial con su mentor, también estaba ansiosa por descubrir qué más depara el destino.El restaurante estaba elegantemente decorado, con mesas adornadas con finas telas y velas titilantes que creaban una atmósfera íntima y romántica. Airin se maravilló ante la belleza del lugar, sintiéndose un poco fuera de lugar entre tanta sofisticación.El Chef Ko la condujo hacia su mesa, donde los esperaba una mujer elegante con una sonrisa cálida en el rostro. Airin de inmediato se dio cuenta que la cara de esa mujer le resultaba conocida. Había un hombre sentado de espalda hacia ellos. Al llegar a la mesa el hombre se levantó y se giró, para sorpresa de Airin era Alexander. como la amiga del Chef Ko, la amiga del chef Ko era la que un día fue compañera de serie de Alexander, Dayana.Airin se quedó petrificada al ver a Alexander frente a ella, su co
A medida que pasaban los días, Airin notaba un cambio en la dinámica en la cocina. Aunque el Chef Ko seguía siendo su mentor y guía, había una tensión latente entre ellos que no podía ignorar. Se preguntaba qué significaba esta nueva dinámica para su relación profesional y personal.Airin se encontraba distraída durante las clases, luchando por mantenerse concentrada en las lecciones y las tareas asignadas. Su mente divagaba hacia el pasado, recordando los momentos compartidos con Alexander, y tratando de entender cómo encajaba en el presente.A pesar de sus esfuerzos por mantenerse enfocada, Airin seguía sintiendo una sensación de inquietud que no podía sacudirse. Decidió salir a pasear por la tarde. Paso frente a una pequeña cafetería y entro, estaba esperando en la cola para pedir un batido, cuando alguien le murmuro en el oído. Se sobresaltó al sentir la voz susurrante en su oído, y al darse la vuelta, se encontró cara a cara con Alexander. Su corazón comenzó a latir con fuerza,
A medida que el tiempo pasaba rápidamente, Airin se encontró inmersa en su formación culinaria, absorbiendo cada lección, cada técnica y cada consejo que el Chef Ko tenía para ofrecer. Lo que comenzó como una relación mentor-estudiante pronto se transformó en algo mucho más profundo y significativo. La confianza y el respeto mutuo que compartían se convirtieron en los cimientos de una relación cercana y sólida.Airin admiraba la pasión y la dedicación del Chef Ko por la cocina, y él a su vez veía en ella un talento prometedor y una voluntad inquebrantable de aprender y crecer. Juntos, exploraron nuevos sabores, técnicas innovadoras y desafíos culinarios, cada día fortaleciendo su vínculo y profundizando su conexión.Con el tiempo, Airin se dio cuenta de que su relación con el Chef Ko trascendía los límites de una simple formación profesional. Se convirtieron en confidentes, amigos y, en muchos aspectos, en una familia culinaria. El Chef Ko se convirtió en una figura, guiándola no solo