Capítulo 905
—Es grave —dijo Aurora.

Gabriela respiró profundamente: —¿Qué tan grave?

Aurora simplemente dijo una palabra: —Mortal.

La expresión de Gabriela cambió de inmediato.

Ella se sentó sosteniendo a Mateo.

Sintiendo sus piernas debilitarse.

Mateo, inquieto en sus brazos, golpeaba su cara y tiraba de su cabello.

—Gabriela, te lo digo para que estés preparada. Fernando hará todo lo posible por ayudarlo —dijo Aurora.

Gabriela respondió: —Agradezco a ambos, cuiden de él. Rodrigo no está aquí y tengo que cuidar de los dos niños en casa. No puedo ir…

—Descuida, Fernando y yo haremos todo lo posible.

Gabriela asintió suavemente: —Gracias.

—De nada —dijo Aurora.

Después de colgar, Gabriela llevó al Mateo adentro.

Pero él no quería entrar.

Tan pronto como entraron, empezó a llorar.

Gabriela decidió continuar enseñándole a caminar afuera.

En ese momento, Felipe llegó apresuradamente.

Gabriela alzó la vista: —¿Qué haces aquí?

Felipe la miró, dudando en hablar.

Gabriela dijo: —Si tienes algo, solo dilo.
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP