Capítulo 731
Ella encontró no solo a Rodrigo en el interior, sino también a Alfredo.

¡Un fuerte olor a alcohol llenó la habitación!

No sabía cuánto había bebido Rodrigo.

Pero era evidente que Alfredo había bebido mucho.

Todo el cuerpo estaba tumbado en el sofá.

A pesar de la tenue luz, su rostro rojo seguía siendo visible.

Se había quitado el abrigo, que yacía en un rincón, y su camisa estaba desabrochada, holgada, dejando al descubierto una piel enrojecida.

Frunciendo el ceño, ella se acercó primero a Rodrigo.

A diferencia de Alfredo, Rodrigo no estaba tan borracho como para no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

Su rostro no estaba tan enrojecido, quizás el alcohol no le afectaba tanto.

Sin embargo, en su mirada, se podía percibir un atisbo de confusión.

—Has venido.

Él extendió la mano hacia Gabriela.

Gabriela puso su mano en la suya y se sentó a su lado, diciendo: —¿Cuánto ha bebido Alfredo?

Rodrigo no respondió, sino que la miró profundamente.

La mirada de Rodrigo hizo que Gabriela
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