Las palabras de Gabriela no aliviaron a Rodrigo.

Ella no le malinterpretó.

Y lo creyó.

¡Rodrigo estaría más decidido a matar a la secretaria!

¡Nunca había estado tan loco como para querer la vida de una persona!

Por primera vez, quiso matar a una pesona.

No le importaba nada.

Gabriela bajó la voz, "Yo también haré lo posible por encontrar una manera para salvarlo."

Rodrigo respondió en voz baja, respondiendo, "Vale."

No se comunicaron mucho, pero se entendieron.

...

Gabriela miró por la ventanilla del coche, sus brazos se deslizaron lentamente hacia abajo en su regazo.

El paisaje exterior se desvaneció rápidamente.

El coche se movía suavemente.

Su corazón no estaba en paz.

Como si hubiera una ola que estuviera golpeando su corazón.

El coche se detuvo.

Gabriela hizo acopio de sus pensamientos. Estaba a punto de ser fuerte, tranquila y serena para enfrentar a lo que estaba pasando ahora.

Sabía que Rodrigo resolvería lo de la secretaria.

Ella sólo tenía que, averiguar qué tipo de virus es