"No." Gabriela contestó negando y pronto volvió a callar, susurrando un momento, "Sí, no quiero que te vayas."

A Rodrigo le gustó que se aferrara a él y dijo, "Bien."

No hubo vacilación ni indecisión en sus modales, y respondió con rapidez.

Las sospechas de Gabriela sobre él vacilaron, ¿le había malinterpretado?

Después de todo, le gustó Gemio.

Tenía un conflicto interno.

"¿Pensando en qué?" Rodrigo le tendió la mano y Gabriela inconscientemente la esquivó, no era su intención, sólo sospechaba que él había tenido sexo con Emilia y rechazó mentalmente sus movimientos íntimos y subconscientes.

La mano de Rodrigo se congeló en el aire.

Gabriela se apresuró a explicar, excusándose, "Gemio está aquí."

Rodrigo miró a su hijo, que dormía profundamente sin despertarse.

Se dio cuenta de que Gabriela estaba rara hoy, pero no lo demostró, retiró tranquilamente la mano y le pellizcó a medias la pequeña nariz. "No me voy a enfadar contigo."

Gabriela fingió dolor y le fulminó con la mirada, "Sólo te