"¿Por qué te sorprendes tanto?" Verónica miró a Gabriela.Gabriela recogió el tono al instante y sonrió, "Soy médico y mi pasatiempo es baila, nunca he expuesta a los juegos de azar, especialmente a algo como un casino clandestino, que me parece muy excitante, así que tenía curiosidad..."Verónica dijo, "Te lo digo yo, no se lo cuentes a nadie, al fin y al cabo, este tipo de negocios no están permitidos y si le pillan, le demandarán."Gabriela prometió que no diría nada, luego dijo, "¿Rompe contigo y sigues pensando en él?""Después de todo, estábamos juntos." Susurró Verónica, con tono impotente y triste. "Aunque nos separemos, no quiero verlo en la cárcel.""Has dicho que que era el señorito de la familia Lozano... la familia Lozano es rica y poderosa, ¿no?" Preguntó Gabriela, fingiendo no saber nada.Verónica dijo, "Aunque no sé mucho de él, sí sé una cosa, le guardaba rencor a su primo, por eso llevaba el casino en secreto, sin atreverse a alertar a nadie, de hecho si su primo no s
Si Verónica no se lo hubiera dicho.Nunca habría imaginado que en este puerto de carga se escondía un casino."Ven, te lo enseñaré." Verónica la llevó a un pequeño bote con una tripulación de dos personas, por el que debía pasar todo aquel que quisiera entrar en el casino.Dio la casualidad de que las dos personas de la tripulación habían conocido a Verónica y la habían dejado subir a bordo.Pero no habían conocido a Gabriela y la detuvo, "No puedes seguir.""Ella vino conmigo." Verónica dijo, "Es una amiga mía, tu señor me dijo que no se lo dijera a nadie, yo lo entiendo todo y mi amiga también, hoy también he venido a ver a su señor Alvaro, está aquí ¿verdad?"La última vez que vino a Alvaro tenía sus brazos alrededor de Verónica.Como todo el mundo sabía, era la mujer de Alvaro.Ahora que lo había dicho, los dos miembros de la tripulación no tuvieron más remedio que dejar subir a Gabriela."Pero todos tus teléfonos tendrán que ser entregados."Verónica conocía las normas y fue la pr
Su ceño se frunció.¿De dónde vino el llanto?Inmediatamente buscó el sonido y vio a Verónica en un contenedor rojo, ¡y a Alvaro!También había una mujer llorando dentro.Era esta mujer la que acababa de hacer el ruido del llanto.Gabriela frunció el ceño, aquella mujer parecía tan joven, ¿era la mujer que Alvaro buscaba que había dado a luz?"¿Quién te ha dicho que vengas aquí?" Alvaro se enfadó bastante.Miró fríamente a Verónica.Rompería con Verónica en ese momento porque temía que fuera objetivo de Rodrigo y así encontrarlo aquí.Pero vino de todos modos.¡Cómo no se iba a enfadar Alvaro!Verónica no entendió la ira de Alvaro y pensó que estaba enfadado por esta mujer.Era la primera vez que veía a Alvaro tan enfadado."¿Vas a romper conmigo por esta mujer?" Verónica no pudo controlar un sollozo ahogado.Cuando entró en la habitación, vio que la mujer se quitaba la blusa y enfrentaba a Alvaro.Esta es la oficina de Alvaro.¿Qué más se podía hacer una mujer desnuda?Nada más sino..
Caminando hacia ella, "¿Cómo lo acabas de llamar?"Verónica dijo, "Gabriela, ¿qué pasa?""¿Está en el barco?" Alvaro entrecerró los ojos.Verónica no sabía por qué Alvaro estaba enfadado de nuevo y explicó, "Sólo vino conmigo, es mi amiga y no dirá nada, me iré cuando la encuentre...""¿Tu amiga?" Los ceños de Alvaro se fruncieron, "¿Sabes quién es?"Verónica tenía la vaga sensación en el corazón de que algo malo estaba pasando. "Es una amiga mía recién conocido...""¿Recién conocido?" Alvaro apretó los dientes, "¿Recién conocido y ya la traes a bordo?""¿Quién demonios es ella por la que estás tan enfadado?" Preguntó Verónica.¿Era especial la identidad de Gabriela?"¡Es la mujer de Rodrigo!" Alvaro soltó un suspiro de alivio y dijo, "No importa, de todos modos, lo descuro bastante pronto como para que no pudiera salirse del barco."Verónica se quedó helada."¿Así que se acercó a mí con un objetivo?""¿Y qué te parece?" Alvaro dijo, "Rompí contigo en este momento porque no quería que
Ricardo subió en algún momento justo a tiempo para ver a Verónica a punto de golpear a Gabriela, e inmediatamente tomó la palabra para detenerla.Verónica se dio la vuelta y vio que era Ricardo.Incluso Alvaro fue respetuoso con él aquel día en el hospital, así que pudo imaginarse quién era.Así que ella se detuvo.Descontenta, se retiró detrás de Alvaro.Ricardo se acercó con muletas.A Alvaro le dijo, "Ven conmigo."Alvaro, como subalterno, no pudo decir que no, y antes de marcharse lanzó una mirada a sus subordinados para que vigilaran a Gabriela para que no aprovechara esta oportunidad para huir.El subordinado habría comprendido y agarrado a Gabriela.Ricardo, que se había acercado al contenedor, miró a Alvaro y le dijo, "Aún no es demasiado tarde de liberar al niño y a Gabriela ahora mismo...""Abuelo ¿qué quieres decir con que no es demasiado tarde?" Preguntó retóricamente Alvaro, interrumpiendo a Ricardo.Sin esperar a que Ricardo contestara, tomó la iniciativa y dijo, "¿Crees
Gabriela temblaba de rabia, puso al niño en la cama y se lanzó hacia Alvaro, se movió tan rápido que nadie reaccionó y para cuando se dieron cuenta, ya estaba pisándole los talones a Alvaro.Alguien se adelantó para intentar detenerla y la bofetada de Gabriela ya había aterrizado en la cara de Alvaro.¡Pam!El nítido sonido resonó en el contenedor.¡Todos se congelaron!Gabriela tenía el brazo entumecido por haberle golpeado, y acababa de lanzar aquella bofetada con todas sus fuerzas."¡Gabriela!" Dijo Verónica, viendo cómo se le pegaba al hombre que amaba, acercándose y apartándola de un empujón, "¿Cómo te atreves a pegarle?"Gabriela tenía los ojos enrojecidos, "¿Qué no me atrevería a hacer? Si le pasa algo a mi hijo, ¡lucharé por mi vida!""¡Te atrevas a pegarle, lucharé contigo hasta la muerte!" Verónica la miró con rabia, sabiendo que Alvaro en realidad se había rompido con ella por su seguridad, no para traicionarla, y en ese momento, ¡ella amaba aún más a Alvaro y lucharía por é
Gabriela dio un pisotón de pánico, pero no pudo romper las ataduras.Estaba aterrorizada.¡Asustada!"¡Ayuda!" Ella gritó.No era que no estuviera tranquila, pero esta situación ahora le hacía imposible calmarse, había tanta gente, cada uno mirándola como un lobo, que no tenía ninguna posibilidad para huir."Grita, cuanto más grites más excitado me pondré." El hombre se quitó la blusa de su cuerpo.Justo cuando estaba a punto de apretarse encima de Gabriela, oyó un golpe y la puerta de acero del contenedor se abrió de una patada.El hombre se impacientó, "Quién me molesta..."Antes de que pudiera terminar la frase, una sombra negra pasó ante sus ojos y, antes de que pudiera ver de qué se trataba, ¡el hombre fue expulsado de una patada!Su cuerpo planeó bajo como una parábola, chocando finalmente contra la plancha de hierro del contenedor y estrellándose contra el suelo con un ruido sordo, el hombre se desplomó y gimió de dolor, ¡cubriéndose el vientre!"¿Quiénes sois?"Aparecieron de r
Siguió a Rodrigo fuera del contenedor, mientras Alvaro, que había oído el alboroto, se acercaba corriendo.Al ver que Rodrigo había rescatado a Gabriela y al niño, su rostro se ensombreció al instante, "¿Cómo has encontrado el camino hasta aquí?"Pensó que Rodrigo nunca se enteraría.Estaba demasiado familiarizado con los métodos de Joan para investigar las cosas, así que eludió la investigación de Joan.Ahora no podía entender cómo Rodrigo había llegado hasta aquí, dado que había eludido la investigación de Joan.Como si algo se le ocurriera a Verónica, miró a Gabriela, "¿Fuiste tú? Recuerdo que mirabas el móvil de camino al puerto, ¿le pasaste la noticia? "Alvaro apretó los dientes, "¿Me has arruinado mis planes?"Los ojos de Gabriela eran fríos, " Lo que has hecho es malvado, ¡definitivamente tendrás tu merecido!"Verónica se dio cuenta de que había arruinado el plan de Alvaro y sintió culpable por él, mirando a Gabriela con odio.Si no hubiera sido tan imprudente como para confiar