El antojo

El imponente Ceo Cristóbal Altamirano sería padre como tanto lo desearon sus fallecidos padres, si tan solo hubiesen vivido un poco más, ellos también habrían gozado la dicha de la espera del primogénito tan esperado Camill gracias a los medicamentos ya no tuvo vomitos y la comida por fin se había quedado en su estómago, era como si le hubieran dado un estate quieto a ese pequeño bribón Bueno, señora Altamirano, a respondido favorablemente al tratamiento, por lo pronto le daremos el alta, puede irse a descansar! a su casa, el doctor reforzó la palabra descansar en la oración, más todavía no terminaba, una vez que esté tramitada su alta y lista para salir, por favor pasen a mi consultorio para darles indicaciones de los cuidados que deberá llevar la madre! Se escuchaba tan irreal, tan lejano y tan jodidamente bien escuchar como le llamaban madre pensaba Camill, ella estaba tan contenta, Cristóbal podía ver lo feliz que su esposa estaba, su mirada radiante se l

El preocupado Ceo

Un asador con carbón ardía en el jardín, Camill estaba impaciente por qué las cebollitas y la carne estuvieran ya listas para comercelas, ella salibaba sin poder evitarlo, Cristóbal la observaba de reojo, ella parecía una niña en una fiesta de cumpleaños, hasta le echaba aire al fuego con un plato de celofán para que prendiera más rápido el carbónDos cocineras preparaban toda la guarniciones, Camill había sido muy específica de como quería las cosas y con el genio que se cargaba por el embarazo más valía que le dieran su comida como la pidió, de lo contrario lloraría como magdalena perdidaDos guardaespaldas buenos para la cocina asaban la carne y movían las cebollitas, Camill puso a dorar unas tortillas, se veía impaciente, Cristóbal decidió hacerle plática para darle tiempo a su personal de terminar c

Los cuidados del Ceo

TRES MESES DESPUÉSHabían pasado tres meses más desde que les dieron la noticia del embarazo a Camill y a Cristóbal, la pancita de Camill era una ternura de ver, ella estaba igual de delgada, solo su pequeña barriguita sobresalía en su esbelto cuerpoDespués de recuperarse y habiendo reposado dos semanas en las cuales el frío Ceo cuidó su alimentación, claro que con algunas objeciones de Camill, ella siempre conseguía sus antojos de Cristóbal quién aparentemente se mostraba duro pero siempre la consentía en todoLa salud de Camill había mejorado bastante, Tomas del Villar le había dado la oportunidad de regresar a trabajarar con él, esto a Camill le costó demasiado, Cristóbal no cedía en dejarla salir a trabajar, el insistía en que ella guardara cuidados en casa, no quer&iacut

El socio nuevo

Las comidas de Camill

No pensé que alguien como usted se nos uniría al proyecto, comentó el mayor de los hermanos Castillo a Cristóbal, esto habla de la confiabilidad del señor Tomás del Villar en el proyectoAl contrario me siento muy honrado que el Ceo del Villar me haya extendido la invitación para unirme, su visión para los negocios es impresionante! respondió Cristóbal con el rostro inexpresivo que lo caracterizabaMe alegra que se nos haya unido entonces, señor Altamirano! pero disculpe mi curiosidad hay algo más que le haya motivado a ser parte de este proyecto? ya que sabemos que usted es un hombre muy ocupado, preguntó Fernando Castillo, como siempre buscando cualquier trabaAhora que lo menciona sí, tengo otro motivo, ubicar a cierta persona sobre lo que no puede tener, dejárselo claro y hacerle saber que si sigue por ese camino tomaré medidas

Un niño Altamirano

Fernando Castillo no los perdía de vista, el quería dejar de observar aquellas escenas donde Cristóbal Altamirano el Ceo sin sentimientos atendía a su bella esposa, estaba sintiendo que lo estaban torturandoPuedo tomarme una soda hoy? sonrió Camill a su esposo para convencerlo, no abuses Camill, si la tomas hoy, el fin de semana no habrá soda para tiAcepto! será solo hoy! Camill sonreía tenía toda la mesa iluminada con esa aura que solo ella poseía _ en verdad es lamentable que estés casada , pensaba Fernando para él, quiere decir que el Ceo Altamirano dijo esas palabras por mí! posesivo y controlador, tal y como lo describieron, el venía a por mí, a hacerme saber que Camill era suya y que no podía siquiera pensar en invitarla a salirUna vez terminaron su comida, los socios de Tomas se despidieron y salieron de restorán, Cristóba

Seduciendo al Ceo

No robarás la niñez de nuestro hijo si es lo que estás pensando CEO controlador, yo quiero que mi hijo tenga una niñez normal, pero sobre todo feliz! que viva cada etapa de su vida sin cargas y sin traumas!El será feliz pero a la manera de un heredero Altamirano, su preparación tendrá que ser diferente, eso no impide que se desarrolle normalmente y feliz, mírame mírame a mí, soy un hombre normal, no es así?Camill abrió más sus hermosos ojos verde mar, como podía ese promiscuo hombre frío, sin apegos, controlador, posesivo y malhumorado decir y creer que es normalDebes estar bromeando verdad? tu tienes de normal lo que yo de astronauta, de hecho no e conocido hombre en toda mi vida más anormal que tú!Cristóbal entrecerrró si fría mirada hacía su embarazada esposa, soy un hombre completamente normal, Ca

Crueles palabras

Al día siguiente en la oficina Cristóbal estaba de excelente humor, su asistente Martín se lo notó de inmediato, él se preguntaba que le habría pasado a su jefe para que estuviera tan contento, hasta sonreía sólo, y que conste que su jefe nunca sonreía y en su atractivo rostro nunca había expresión Ese día Camill llevaba un hermoso vestido Versace morado con unas botas a la mitad de sus muslos un saco que le combinaba a la perfección y una coleta alta como siempre su maquillaje exquisito, ella lucía divina, el Ceo Tomás del Villar reconocía la belleza de la esposa de Cristóbal, ese hombre si que tiene suerte, igual que yo con mi Alis Tomas del Villar y Camill salieron a una cita con uno de los socios de Tomas, se habían quedado de ver en un restorán bar, la cita era con nada menos que Rodrigo Mendoza otro de los peces gordos igual que él y Cristóbal, pero ésto Camill no lo sabía, ella no preguntaba nombres solo se limitaba a acompañar a Tomas, si ella hubiera sabido de quién se trata