La fiesta anual de empresarios se había pospuesto, no se iba a llevar a cabo sin uno de sus patrocinadores principales, no es así?

Mientras tanto en la mansión Mendoza, después de llevar a su jefe a una clínica privada donde quedó internado un par de días, Rodrigo Mendoza ya estaba en casa al cuidado de un enfermero, el también tenía dos costillas rotas, golpes en el rostro, una herida en la cabeza que necesitó varios puntos y una muñeca quebrada por el duro golpe a las costillas de Cristóbal Altamirano, pero habían valido la pena los golpes físicos, la satisfacción de poner en su lugar al maldito de Altamirano no tenía precio

Conforme pasaban los días Camill se alejaba más y más de Cristóbal, ella estaba allí solo físicamente, su mente y corazón que alguna vez estuvieron al alcance del poderoso Ceo ya no no estaban allí, Camill regresó al trabajo apenas pudo convencer a Cristóbal de dejarse atender por las mucamas y sus hombres de confianza, ella quería salir de la mansión turquesa