La reina de un rey
Una verdadera tortura fue subir a Cristóbal a la habitación, Camill una vez que ya estuvo en cama lo arropó, le preguntó si necesitaba algo, más Cristóbal le dijo que estaba bien, ella estaba por salir de la habitación, la atmósfera entre los dos no se sentía bien, además no era recomendable que durmieran juntos, Camill podía lastimarlo sin darse cuenta

Cristóbal no estaba de acuerdo, si te vas a dormir a otra habitación y yo necesito algo, que voy a hacer si estoy solo? te necesito Camill!

Al escucharlo decirle que la necesitaba, la hermosa mujer sintió su corazón desbocarse, ese hombre solo la necesitaba para beneficiarse de ella en todos los aspectos, pero se sentía bien escucharselo decir

Cristóbal no seas malcriado, no podemos dormir juntos puedo moverme y lastimarte las costillas, por tu bien tienes que dormir solo, además no quiero dormir contigo!

Camill estoy enfermo! me vas a abandonar así? él Ceo se veía complicado y frustrado

Enfermo? tú no estás enfermo, te liaste a go
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