Se dedicó plenamente a sus niñas, ya eran un poco más grandes y se animaba a salir solo con las dos.Solo esperaba que ninguna de las dos quisiera ir al baño, ese era un problemaSiempre optaba por paseos relativamente cortos, así evitaba ese problema.Las gemelas ya comenzaban a pedir lo que querían, tanto en los paseos como en elegir la ropa que usaban, también pedían golosinas, no cualquier golosina, ella querían elegir.Ese día no dejaban de decir que querían ir a un pelotero.Mateo accedía a todo lo que ellas querían, no sabía otra manera para hacerlas felices.Todavía eran pequeñas y no tenían madre.Solo por eso les iba a buscar la luna si ellas se lo pedían.Entró a un pelotero y se dirigió con sus hijas al sector de los más pequeños.Les sacó las sandalias a una y luego lo hizo con la otra.Alzó a una y la depositó en el pelotero y luego hizo lo mismo con la otra pequeña.-Papi, sacame una foto.-Papi a mí sácame la foto.-Le sacó una a cada una y luego a las dos juntas.-Sí
La voz de una de sus hijas lo sacó de sus pensamientos. -Papi ¿Nos podemos quedar un ratito más?-No, Jazmín, el abuelito nos está esperando.-Un ratito muy chiquito.-Él último ratito.Mateo sentía, de a ratos, la mirada inquisitiva de Karina, veía dolor en sus ojos.Se sentía realmente amargado, como le decía su hermano.No por las niñas, sino porque se le estaba escapando de sus manos, una mujer que lo había llenado por completo, que lo había vuelto loco, que le sacaba el sueño, se comprendieron demasiado bien en la cama, eran puro fuego…Había perdido la cabeza por ella y nunca le había pasado, eso sentirse así por una mujer.-Tía, vení.Karina se acercó nuevamente a Tati.Mateo observaba el cariño que le tenía esa criatura y ella a la criatura y cómo la trataba y se imaginó que Karina podría ser la madre de sus hijas, no su madrastra, sino su verdadera madre.Sintió un dolor tan profundo en su corazón, que hasta le cambió la expresión de su rostro.Sus niñas no tenían madre y es
Entró a su oficina, no había demasiado trabajo, sus amigos lo llamaban a cada rato, estuvieron presentes en su vida cuando falleció Liliana y a veces se acercaban a la fábrica a tomar unos mates o simplemente a saludar, en este momento se hallaba más solo que nunca, no por extrañar a Liliana, la ansiedad que sentía tenía que ver con cierta pelirroja.Pensó en encontrarse con Javier o con Matías, o decirles que pasaran por su empresa o simplemente charlar con Gustavo, pero no le iban a dar los tiempos para hacer todo el trabajo que tenía pendiente, si venían amigos a acompañarlo.Unos días también pasaba su padre y hasta pasaba su hermano que si bien trabajaba con ellos, a veces se quedaba charlando demasiado tiempo, lo agradece, pero a él, a veces, le gustaba la soledad.Por eso fue que terminó acostándose con Josefina, fue un par de días con su hija, para acompañarlo, hasta que una noche sucedió, lo charlaron y él le aclaró, desde un principió, que era una relación abierta y que siem
Por la noche, en su cama, dando vueltas, trató de analizar todo, como lo hacían con su amiga Silvina y hasta con su cuñada que también era psicóloga.Él no la había vuelto a llamar y por más ocupado que haya estado con sus hijas, estaba segura que un hombre como él, puro fuego, no iba a estar demasiado tiempo sin sexo, por lo cual ya se debía haber acostado con unas cuantas más, después de ella.Eso le hizo tener un nudo en su estómago.Tal vez lo hizo de nuevo con su amiga Josefina...recordó el inmenso pecho de esa mujer.Karina siempre estuvo insegura por el tamaño de su pecho, no era chata, pero su tamaño era más bien chico y ese era un complejo que le costaba superar.Era una mujer segura en muchos aspectos y nunca tuvo problema para relacionarse con los hombres, pero ese tema siempre estuvo a flor de piel para ella.Era bonita y lo sabía, tenía una cola llamativa, pero el tamaño de su pecho, era como una basurita en el ojo.Luego, cuando vio a Josefina, se sintió un poco incómoda
Gustavo le tomó la mano a Silvina y se disculpó por la actitud de sus amigas.-Cada vez las aguanto menos a estás dos, el grupo, en principio, eran los amigos de secundaria de Mateo y luego nos fuimos sumando distintos amigos que nos conocíamos en la facultad o en algún trabajo.Quiso dejar en claro que él no era amigo de esas dos mujeres, aunque pertenecían al mismo grupo.-No te preocupes, no podés hacerte cargo de lo que dicen las demás personas, cada uno se tiene que hacer cargo de sus propias palabras.Silvina entendía la incomodidad de Gustavo y se lo dijo con sencillez.-Sí, por supuesto, pero fue realmente incómodo.-Es verdad, pero todo parte que esa noche, estando Josefina, Mateo se fue con Karina y posiblemente se sintió desairada o humillada, porque no la eligió a ella.-¿Vos...cómo sabés que se iba a ir con Josefina?Estaba asombrado por la conclusión de Silvina.-No lo sabía, me lo acabas de confirmar vos, pero la suposición ya la habíamos hecho con Karina.Le dice con u
Sonó el celular, era el padre de Mateo, que estaba en la guardia porque Jazmín se había cortado.Le avisó a su socio y corrió hacia la clínica donde estaba su padre con sus dos hijas.Ellas iban a la colonia de vacaciones, pero Ámbar tuvo un poco de catarro y prefirió no mandarlas ese día.Llegó a la clínica angustiado y desesperado.Sabía que su padre no tenía la culpa, que los niños son traviesos y podrían ocurrir accidentes, solo esperaba que ese accidente no fuera grave.Preguntó por el abuelo que llegó con dos gemelas, era fácil identificarlo.Ya la estaban atendiendo.Su padre estaba dentro de la sala de emergencia con las dos pequeñas llorando a la vez.Entró al consultorio médico.Ellas estaban muy asustadas y su padre mucho más.-Buenas tardes, soy el papá de Jazmín.Las dos lloraron aún más y querían upa con él.-Ambar, cielo, quédate con él abuelito, así el doctor atiende más rápido a Jazmín.Le habló a su hija explicándole y a su padre le dijo que saliera, que él se quedab
Esa noche, cuando Diego llegó a su casa le contó a su esposa todas las novedades que tenía.-¿Le hablaste de tu hermana?-Sí, no sé qué piensa ese infeliz.-Diego, sos un idiota y tu hermana te va a matar, nunca más te voy a contar lo que ella me cuenta.-Es mi hermana.-Es una mujer, tiene mi edad, no podés meterte de esa manera en su vida.-Pero vos me dijiste que estaba mal.-Nunca te dije lo bien que la pasó con él, ni algún detalle que me dio y olvídate que te vuelva a contar algo y rogá que Karina jamás se entere, porque con la que se va a enojar es conmigo.-Pero no me gustan los hombres que no se comprometen y él me aclaró que su prioridad son sus hijas.-Gracias a Dios que si esas chiquitas no tienen madre, el padre las tiene como su prioridad.-Sí, en eso tenés razón, pero mi hermana...-Te repito, tu hermana es una mujer y ella ya sabía que él es viudo, lo vio dos veces con sus hijas.-No me lo dijiste.-Esos dos días estabas de guardia y olvídate de que te diga algo más.-
No pudieron evitar que Karina vaya hasta la casa de su hermano.-Hola princesa.-Sos un pelotudo, no soy una princesa, soy una mujer.Le respondió Karina, por todo saludo.Silvina se había ido a su casa, tenía que arreglarse para salir con Gustavo y lo que Karina y Diego tenían que hablar, era un tema de hermanos.Se quedó relativamente tranquila porque estaba Amanda, la pobre se sentía totalmente culpable.-¿Le contaste?Le recrimina a su esposa.-¿Cómo no contarle? Asumo la culpa de habértelo contado a vos.-No te conviene ese hombre.Diego le estaba hablando en serio y su hermana cada vez estaba más furiosa con él.-Diego, me cagaste la vida, me dejaste como una idiota ¿Qué va a pensar ?¿Qué le cuento a mi hermano cuando me acuesto con un tipo?¿Qué le digo que posiciones hago? DIOSSSSSS-Solo le dije que no te complique la vida.-Diego, si me la quiero complicar o no, son cosas mías, no te podés meter.-Sos mi hermana.-Va a pensar que soy una estúpida.-No, va a pensar que tenés u