Al día siguiente, Gustavo le contó todo lo que le había dicho a Josefina y también que Amanda y Diego la amenazaron con mandarle una asistente social si no cuidaba mejor a su hija.En ese momento cayó en la cuenta que era verdad, nunca le prestaba demasiada atención a la niña y si era un fin de semana y su ex marido no se la llevaba, la dejaba con su madre, o con su hermana, esperaba que no la haya dejado nunca sola, pensó que de verdad, la exponía muchas veces, escuchando conversaciones indebidas y en las reuniones, si estaban las criaturas, prácticamente la ignoraba.Quería invitar a cenar a Karina y pasar la noche juntos, siempre que la veía, terminaba besándola sin poder contenerse y cuando le gritó a Josefina que él amaba a Karina, lo hizo sin pensar en lo que decía, pero se dio cuenta que era verdad, no dejaba de pensar en ella, de las ganas que tenía de estar con ella todo el tiempo.No quería estar con otra mujer.Realmente la amaba.Compraría ropa para las gemelas en el local
Llegó una camarera, con un uniforme bastante llamativo, ajustado, con un busto inmenso, Karina estaba incómoda, sentía que se escurría la magia que los había envuelto, pero trató que no se le note.Cuando Mateo, le devolvió la carta, porque ya habían elegido, distraídamente le miró un segundo el pecho, era llamativo, solo eso, Karina vio cómo él miró a la camarera y en ese momento sintió como se caía, en caída libre y sin paracaídas.No le iba a reclamar nada, solo sentía que ese no era su lugar, en su silla tendría que estar otra mujer, alguna que le guste a él.No sabía porque la invitó a cenar y lo peor, no sabía porqué ella había aceptado.Tenía una sensación espantosa, tenía ganas de salir corriendo y esconderse, para nunca más salir.Se quedó quietita en su lugar, sintiéndose la mujer más horrible del mundo.Era desdichada.Se había enamorado de un hombre que moría por otro tipo de mujer.Mateo no supo por qué, de repente, Karina estaba más callada, le contestaba con monosílabos
Como psicóloga Silvina sabía que Karina en ese momento necesitaba contención, como amiga no entendía la posición de Kari y a pesar de sus conocimientos, no sabía cómo ayudarla. Llamó a su socia y amiga.-Hola Amanda..-Diego llegó de una guardia de 48 horas y se fue a dormir, está todo igual.-Amanda, no rompas, una guardia de 48 y lo querés fresquito, déjalo dormir y después lo despertás con algo distinto, tirale helado en el pecho y anda bajando... te da resultado.Los amigos que a esa altura estaban casi pegados a la puerta de la cocina, miraron el helado que estaba sobre la mesa.Gustavo le guiña un ojo a Mateo mientras sonríe.-Bueno, cuando tenga la próxima guardia hacemos una noche de chicas y charlamos, las tengo abandonadas.-¿Salimos?-Lo que quieras, nos quedamos en tu casa, invocamos a los espíritus o vamos a ver estripers.A Gustavo se le fue la sonrisa de la cara.-No se lo merece.-Ahh, no se lo merece, sos de manual, te lo dije para que me des esa respuesta, si no se
-¿Si Karina pensara que sos el hombre de su vida, qué harías?-Ella es la mujer de mi vida y no lo es porque mis hijas la adoran, simplemente lo es.-De verdad, cada uno, con distintos mambos, van a destruir una relación donde los dos se aman, pensá bien y es lo único que te voy a decir... Silvina suspira, siente que Mateo ama a su amiga y está buscando las palabras justas para ayudarlos y no exponer a Karina.-Pensá bien en qué momento Karina pone ese muro cuando... se están besando.-El 31 no lo hizo, no lo sé, pienso y no entiendo lo que sucede.-Prestá atención la próxima vez, otra cosa, si vos con palabras decís algo y después te apareces con Josefina, es difícil creerte.-Nunca me interesó Josefina, simplemente pasó, porque estábamos aburridos esa noche y algunas veces más porque ella me llamó, el 31 casi me voy con Josefina, es verdad, pero es porque ya estaba ahí y fue cuando vi a Karina y me olvidé del mundo.-Lo sabemos.Dicen Gustavo y Silvina a la vez.Charlaron un poco m
Mateo la siguió besando y ya estaba preparado para seguir amándola, ahora sí tenía miedo que se despertaran las gemelas, eso lo puso mal, pensando que ella se merecía horas de amor, no un poco de sexo rápido, por si los inerrumpían niñas ajenas.Sin embargo, siguieron los dos abrazados, sintiendo que ese abrazo eran caricias para su alma.Mateo, durante un apasionado beso, metió su mano por debajo del corpiño de la malla de Karina y notó, de nuevo, como ella pretendió salir de sus brazos.Él no lo permitió.Karina tenía ganas de salir corriendo.-¿Sabés? En abril, cuando comenzaron las clases el año pasado, hubo un día de mucho calor que se cortó la luz en la facultad y no había aire acondicionado.-Sí, me acuerdo.No sabía que le quería decir.-Estabas con una musculosa blanca y un corpiño blanco, que se transparentaba un poco por debajo de la remera y tenías unas gotas de sudor en el medio de tu pecho.-Yo... no transpiro tanto... que vergüenza.Le contestó con mucho pudor.-No, esc
Las amigas se miran.-Son tal para cual, no se mueven de su libreto, ninguno de los dos.Hablan entre ellas.-Mateo ¿Te gustan las mujeres de pechos grandes? Sé sincero, porque en cualquier reunión, algún amigo que te conoce, hace un comentario, sin mala intención y todo termina mal, cada quién tiene sus gustos y a la mayoría de los hombres le gustan las mujeres llamativas.-Sí, en su mayoría salí con mujeres de mucha delantera.-Eso, cuando salgas con una mujer no tan... llamativa o con busto más normal, la puede hacer sentir insegura, sobre todo si una amante tuya le asegura que no la llamaste por ese tema y que nunca miraste a una mujer si no tenía buenas tetas.-Pero a Karina la deseo como nunca desee a otra.-No la llamaste y eso no se puede arreglar, te acostaste con varias mujeres luego de estar con ella y eso tampoco cuenta como infidelidad, a mi parecer, porque apenas se conocían.-Amanda, para Kari si va a contar.Le dice Silvina.-Jamas te lo va a preguntar, pero en su ment
Karina, ignorando esa conversación o tratando de hacerlo, se levanta y va a la cocina en busca de café.-¿Las cucharitas están?Preguntó en voz alta desde el umbral de la cocina-En el primer cajón de la izquierda.Le contesta Silvina.-Te ayudo.Dice Mateo siguiéndola hacia la cocina.-Perdón, no sabía que iba a venir, cada día es más insoportable.Le dijo mientras entraba detrás de ella.-No te preocupes.-No me gusta que nadie te maltrate.-No me importa lo que dice.Mateo sabía que eso era falso, pero no se lo iba a discutir.Se acerca a ella y la acaricia, terminan besándose profundamente, Mateo duda si acariciarle el pecho, no era momento para que se pusiera mal, aunque él no entendía porque se ponía así, si la deseaba como nunca antes deseo a otra mujer en toda su vida.Sus manos subían y bajaban por su espalda, pronto se olvidaron hasta de sus amigos que estaban a unos metros de ellos.Aunque algún que otro gemido se les escapaba y Mateo ya no podía controlar su excitación.-K
Llegaron a la vez al departamento de Mateo.En el ascensor se contuvo de estrujarla en sus brazos, aunque ya tenía su pulso acelerado.Preparó café, trató de no pensar que estaban los dos solos y con la madrugada por delante.Luego de unos minutos de charlar sobre nimiedades, Mateo comenzó a hablar, necesitaba que la bella pelirroja, se entere de una vez por todas, que él deliraba por ella y quería disculparse por las palabras de su amiga, que a esta altura esa amistad no existía.-Kari... siento todo lo que dijo Josefina, ya te diste cuenta que es una mentirosa.-Sí, pero no creo que haya mentido en todo.Mateo ya sabía cuáles iban a ser las palabras de Karina y quería aclarar ese maldito tema de una vez por todas.-No sé por qué le creés, siento por vos algo que nunca en mi vida sentí por nadie, ni por la madre de las gemelas, ni siquiera al principio y los últimos años fueron desastrosos.Karina pasó saliva y pensó que lo mejor era decirle que sabía sus gustos, para aclarar cualqui