Charlie suspiró y dijo: “No encontré ninguna pista concreta y fui persuadido de que regresara cuando estaba a mitad del camino”.

Keith preguntó sorprendido: “¿Persuadido? ¿Quién te convenció de que regresaras?”.

Charlie respondió: “Abuelo, es una larga historia. Entremos y hablemos con calma”.

Keith estuvo de acuerdo de inmediato. “Está bien, entremos y hablemos”.

Charlie y los miembros de la familia Acker entraron a la villa y se instalaron en el comedor. Como no había extraños presentes, Charlie contó sinceramente su reciente viaje al Monte Tason y reveló la situación de Stephen.

Al enterarse de que Charlie fue persuadido por una falsa abadesa del Monasterio Quiant, todos quedaron muy sorprendidos. No podían creer que alguien hubiera anticipado las acciones de Charlie y lo hubiera esperado mientras subía al Monte Tason. Lo que fue aún más sorprendente fue que Stephen, que había protegido silenciosamente a Charlie durante casi veinte años, en realidad servía a otro amo.

Después