Al escuchar la explicación de Vera, Charlie inconscientemente frunció el ceño y preguntó: “¿Cómo es eso posible? Debes estar mintiéndome”.

“¿Por qué te mentiría?”. Vera dijo con certeza: “¡Es absolutamente cierto! ¡Puedo jurarlo por mi vida!”.

Charlie sacudió la cabeza y habló muy seria y sinceramente: “Te daré el beneficio de la duda. Creo que este anillo puede en efecto enviar personas a otros, pero cuando ocurrió la explosión hace un momento, no estaba pensando en ti... estaba pensando en mis padres fallecidos…”.

Dicho eso, continuó murmurando: “Pareciera que una imagen de mi esposa apareció en mi mente al final. Si lo que dijiste es cierto, el anillo debió haberme enviado con mi esposa…”.

Vera frunció los labios y dijo con un toque de tristeza: “Charlie, no te estoy mintiendo. Naturalmente sé que no pensarás en mí en un momento de vida o muerte. Es solo que mi padre fue quien me dejó este anillo. Él quería verme antes de morir, por lo tanto el anillo te envió a mí”.

¡Charlie s