“¡Tú!”. Sonia no esperaba que Charlie rechazara su propuesta tan directamente.

Sonia, quien nunca antes había sido rechazada por nadie, no pudo evitar cuestionar a Charlie con cierto disgusto: “Señor Wade, no sé cómo el tesoro de la Secta Taoísta terminó en tus manos, pero creo que no debiste haberlo conseguido por medios despreciables”.

Charlie se burló y dijo: “Señorita Letterman, es un poco egocéntrico llegar a conclusiones sin descubrir lo que sucedió. ¿No sabrías si obtuve el caldero de medicina utilizando medios justos e íntegros si simplemente le preguntaras a tu amo al respecto?”.

Caden, quien estaba a un lado, dijo apresuradamente: “¡Sonia, no seas grosera con el Amo Wade! ¡El Amo Wade obtuvo el caldero de medicina de manera íntegra! ¡De hecho, fui yo quien voluntariamente se lo dio al Amo Wade!”.

Sonia estaba furiosa y le preguntó: “¡Amo, el caldero de medicina le pertenece a la Secta Taoísta, y usted simplemente lo estaba custodiando en nombre de la Secta Taoísta! ¡¿Qué