Vera dominaba el Libro de los Cambios y los Ocho Diagramas, y también respetaba el budismo y el taoísmo al mismo tiempo, por eso estaba asombrada de este antiguo templo con una larga historia.

Cuando Vera llegó al pico medio donde el Templo Qi se encontraba, resultaba que Claire y Elaine también acababan de llegar.

De hecho, las dos ya habían estacionado el coche, pero Elaine tenía dificultades para caminar, por lo que subió las escaleras con muletas con el apoyo de Claire y finalmente llegó al Templo Qi con mucha dificultad.

Como era un día de trabajo, no había muchos peregrinos y turistas que visitaban el Templo Qi por la mañana. Vera se dirigió hacia el salón principal, pero no tenía prisa por entrar. En cambio, sacó tres varillas de incienso de su bolso y después de encenderlas salió por la puerta del salón frente al quemador de incienso.

Vera sostuvo las tres varillas de incienso a su frente con ambas manos, se inclinó levemente y dijo en voz baja: “A los ancestros ​​de la fam