Entonces, ella inmediatamente sacó su teléfono celular y llamó a su padre.

Tan pronto la llamada se conectó, ella gritó: “¡Papá, quiero dejarlos! ¡No quiero volver a tener algo con ellos!”.

Su padre estaba muy sorprendido y preguntó: “¿A quién te refieres? ¿Qué sucedió?”.

Lolita dijo enojada: “¡La organización humanitaria con la que estás colaborando! No me tienen respeto en absoluto. Me pidieron que me quedará a la espera por ellos hoy y prometieron darme un bolso Hermes Himalaya, ¡pero de repente se retractaron y me sacaron del camión!”.

Al haber dicho eso, agregó agraviada: “Papá, quiero trazar una línea clara con estas personas a partir de hoy. ¡Seré yo misma a partir de ahora, y no quiero tener que ver nada más con ellos!”.

Lolita pensó que lo que había dicho haría que su padre sintiera pena por ella y que él apoyaría la decisión que acababa de tomar, ¡pero nunca soñó que su padre, del otro lado de la llamada, de repente se pondría furioso!

Él gritó a través del teléfono: “L