Según la política de visados estudiantiles de Estados Unidos, el visado dejaría de ser válido una vez expulsado de la escuela. En este caso, el estudiante tendría que salir primero de Estados Unidos en un proceso normal. Sin embargo, este joven había tenido demasiada vergüenza de enfrentarse a sus padres, por lo que se había quedado secretamente en Nueva York.

El joven había sobrepasado su visado ilegalmente, y no tenía un trabajo fijo ni residencia permanente. Para sobrevivir, solía quedarse todos los días en un cibercafé de Barrio Oskiano, y se ganaba la vida prestando servicios de promoción de juegos y haciendo otros trabajos a tiempo parcial.

Si los ingresos de su trabajo de mejora del juego eran insuficientes, buscaba un trabajo de un día para trabajar. Cuando tenía suficiente dinero, continuaba su estancia en el café internet. Saldría a trabajar cuando volviera a quedarse sin dinero.

El joven estaba de pie en la sala de reuniones con los demás mientras esperaba que la policía