Cato no creía en el arte del Feng Shui en lo absoluto y, por lo tanto, no era fanático de Charlie. Sin embargo, aun así sonrió y dijo: “¡Está bien, genial! Amo Wade, ya que lo has dicho, te daré una oportunidad de mostrarme tus habilidades, entonces”.

Charlie podía darse cuenta de que realmente a Cato no le agradaba y que simplemente estaba diciendo unas palabras de cortesía solo para ir con la corriente. Por lo tanto, incluso si este chico verdaderamente quisiera invitar a Charlie a revisar su Feng Shui, no le importaría un comino en lo absoluto.

El llamado protocolo social era que la otra parte también tendría que mostrar un poco de admiración a pesar de que obviamente no se admiraban para nada. Podrían estar diciendo algo cuando en realidad querían decir otra cosa y ni siquiera querían contactar la otra parte para nada en el futuro.

Entonces, Charlie simplemente dijo: “Lo siento, Señor Rows. Tengo una agenda bastante llena últimamente, por lo tanto, si de verdad tiene alguna nece