Gopher miró a Claudia con asombro después de escuchar lo que ella dijo. Después de un momento de duda, cayó de rodillas y atragantado dijo: “Claudia, yo… yo estaba confundido. ¡Te lo ruego, dame una oportunidad de cambiar! ¡Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa si me perdonas la vida! ¡Somos parientes, después de todo! ¡La sangre corre más espesa que el agua! ¡Por favor, perdóname por eso! ¡Solo esta vez!”.

El rostro de Claudia estaba helado. “Gopher, ¿no te parece gracioso decir algo así? Olvidaste el hecho de que estamos relacionados por sangre y mataste a mi familia. Sin embargo, ¡¿ahora te atreves a suplicarme?! ¡Te he matado en mis sueños incontables veces cada noche en los últimos meses! He estado esperando el día en que mi deseo se haga realidad, y ahora, finalmente tengo la oportunidad. ¡Prefiero morir contigo que perdonarte!”.

Al escuchar eso, Gopher sabía que estaba destinado a morir hoy. Y así, retractó su rostro de súplica y se rio. “¿Quién lo hubiera sabido…? Eres muy