Mientras la subasta llegaba a su fin, Claire ya había empezado a prepararse para su viaje con Charlie a Estados Unidos.

Claire empacó cuidadosamente dos maletas grandes porque se irían por mucho tiempo, y también hizo una lista de los artículos para preparar, clasificando cada artículo en la lista para empacar uno por uno, temiendo que se quedara algo.

En cambio, Charlie era mucho más casual.

Aparte de algunos conjuntos de ropa, básicamente Charlie no iba a llevar más nada.

Esto era porque, en su opinión, envés de tomarse la molestia de preparar todo tipo de equipaje, sería mejor para él empacar ligero. Sería mucho más conveniente para él y menos complicado reemplazar los artículos faltantes luego de llegar a Estados Unidos.

Sin embargo, la ahorrativa Claire no pensaba así. Ella sentía que muchas de las cosas ya estaban disponibles en casa, y si las empacaba y llevaba, no tendrían que gastar mucho dinero en comprarlas a su llegada a Estados Unidos.

Charlie conocía su temperamento