Eso también significaba que Jordan había alcanzado su límite y no podría seguir pujando.

A pesar de todas las probabilidades en su contra, Jordan se mostró reacio a rendirse sin una dura lucha. Pensó: ‘La subasta requiere que el pago se realice en media hora. Pensaré en alguna manera en ese momento. ¡Tal vez pueda reunir los fondos restantes de otro lugar!’.

Jordan decidió correr el riesgo. Volvió a levantar la mano y dijo: “¡Ofrezco doscientos diez mil millones de dólares estadounidenses!”.

Jordan sabía que esta sería su última oferta de la noche.

Si Carlson continuaba pujando, no tendría más remedio que admitir la derrota. Cuando eso sucediera, tendría que prepararse para enfrentar su muerte y funeral.

Su nieta Kathleen se había puesto en contacto con el dueño de la Píldora Rejuvenecedora por su bien. Sin embargo, Jordan ya no depositaba sus esperanzas en Kathleen, no cuando el precio de la píldora había alcanzado tanto. Si él no podía conseguirla, entonces su nieta tampoco podr