Charlie se sorprendió un poco cuando se enteró de que Harold también había reservado una suite en Heaven Springs.

Qué casualidad. ¿No dijo Albert que era dueño de Heaven Springs? También le había preparado una mesa en el restaurante, ¿no?

Mientras tanto, Gerald se quedó boquiabierto. “Vaya, Harold, ¿realmente lograste hacer una reserva para la Suite Dorada en Heaven Springs? ¡No todos pueden hacerlo!"

Harold rió triunfalmente. "Honestamente hablando, aparte de la Suite Diamond que está realmente fuera de mi alcance, otras suites son pan comido".

A pesar de su declaración pomposa, no fue más que el alarde de Harold.

A decir verdad, para hacer una reserva en la Suite Dorada, la propia Lady Wilson había solicitado muchos favores a muchas personas para reservarla.

Loreen había oído hablar de Heaven Springs incluso en Eastcliff. Ella dijo apresuradamente: "Todos somos amigos, no tienes que hacer arreglos tan extravagantes solo para mí".

Harold pronunció tímidamente: "Oh no, eres nues