Charlie se rio. “Podemos darles la oportunidad de presumir del coche para que desahoguen y agoten su energía. Si no les damos esta oportunidad de presumir, estarán resentidos con nosotros durante al menos un año o dos, ¡o incluso más! Se quejarán y suspirarán cada vez que estemos en casa, y nos culparán por no conservar el coche. Es mejor quedarse con el coche y satisfacerlos”.

Charlie pensó en algo, y luego le dedicó a Claire una ligera sonrisa. Arqueó la ceja y preguntó: “Esposa, ¿qué te parece?”.

Al escuchar eso, Claire sacudió la cabeza con impotencia y se lamentó: “Tienes razón… Si devolvemos el coche, supongo que los dos no podrán superar esto en un año o dos”.

Sin embargo, Claire se preocupó de repente. “Esposo, ¿acaso la Señorita Jane no está siendo demasiado generosa…? Lo único que hiciste fue tomarte tu tiempo para revisar el Feng Shui de su villa esta mañana. Sin embargo, nos dio un coche tan caro a cambio de tu ayuda. Parece muy inapropiado…”.

Charlie permaneció indifer