En el caso de la gente común, puede que no logren vivir hasta los setenta años después de someterse a tantas operaciones importantes.

Sin embargo, Jordan pudo sobrevivir a tantos trasplantes de órganos y aún así vivir más de noventa años, y este laboratorio merecía mucho crédito por ello.

Al mismo tiempo, similar al del hombre más rico, Chen, él también había invertido en un programa de investigación del cerebro con la esperanza de preservar el cerebro humano y la conciencia humana cuando el cuerpo físico fuera irrecuperable para que pudiera alcanzar la vida eterna consciente.

Además de esto, había invertido no menos de mil millones de dólares en la tecnología de investigación científica de la criopreservación humana.

El propósito era que cuando el cuerpo humano se acercara a la muerte y no tuviera otras opciones de recuperación, su cuerpo pudiera congelarse para luego descongelarse y resucitar en el futuro cuando la tecnología de la inmortalidad estuviera desarrollada.

En resume