Este amigo de Chandler se llamaba Jordan Fox.

Jordan se había metido de contrabando a los Estados Unidos a la edad de dieciocho años para ganarse la vida, y al jubilarse a la edad de ochenta años, había creado un imperio comercial que valía al menos cuatrocientos mil millones de dólares estadounidenses, y él se había convertido en una existencia legendaria en toda la comunidad oskiana norteamericana.

Sin embargo, esta persona no dejó rastro alguno en la lista de Forbes.

Era el súper rico oculto del que hablaba a menudo la alta sociedad occidental.

La mayoría de los que se contaban en la lista de Forbes eran en su mayoría los fundadores y principales accionistas de varias compañías cotizadas, y solo los bienes de esas personas eran difíciles de ocultar.

Por ejemplo, Bill Gates dominó el título como el hombre más rico del mundo durante mucho tiempo, pero desde que Microsoft decidió salir a bolsa, la mayor parte de la información financiera de Microsoft tenía que estar disponible a