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Media hora más tarde, mientras el General de Guerra de cinco estrellas de Diez Mil Ejércitos, Zephan, dirigía a mil soldados para hacer un rodeo y flanquear el ala oeste de la base de Hamed, los sirvientes de la familia Schulz ya habían preparado varias suntuosas mesas de banquete.

Cadfan amablemente invitó a Porter y a sus subordinados a sentarse en las mesas del banquete. Después de eso, tomó la mano de Porter y le pidió que se sentara a su lado. No se olvidó de continuar desarrollando sus relaciones con Porter mientras suspiraba y decía: “Porter, si tu padre supiera de todos tus logros de hoy, sin duda se sentiría extremadamente aliviado ya que no le quedaría ningún arrepentimiento en este mundo...”.

Porter pensó en su difunto padre, y naturalmente se sentía muy emocionado en este momento mientras decía seriamente: “Además de vengar a mis padres, la razón por la que regresé esta vez es también porque espero poder contarles todas mis experiencias a lo largo de los años delante