Lo que él quería era utilizar este tipo de generosidad tonta para ganarse el favor de Quinn.

El propio Jaime también estaba muy impresionado por el hecho de que él estaba dispuesto a gastar treinta millones de dólares solo para que el concierto de su amada alcanzara el máximo nivel internacional. Pensaba que, sin duda, podría ganarse el favor de Quinn con esta movida.

Es más, incluso pensaba que si su confesión de amor en el concierto resultaba infructuosa, solo buscaría una compañía de relaciones públicas que lo ayudara a poner todo en su lugar en toda la red.

Para entonces, con tal de que los medios de comunicación expusieran el hecho de que había gastado treinta millones de dólares y lo tacharan como un ‘hombre enamorado’, esto también ejercería una fuerte presión psicológica sobre Quinn.

A veces, el secuestro moral también era un buen método para perseguir a la otra parte.

Dorothy, quien también era alguien con amplia experiencia, naturalmente sabía la razón detrás de la devoc